Isaiah 13

II. PROFECÍAS CONTRA LAS NACIONES PAGANAS

Oráculo contra Babilonia

1
1. Este capítulo es una descripción profética de la toma de Babilonia que tuvo lugar el año 538, o sea, 200 años después de Isaías. Algunos modernos quieren ver en estos capítulos (13 y 14) la ruina del imperio asirio (cf. Daniel 5, 30 y nota). Babilonia es el prototipo de los enemigos de Dios. Como aquella, así serán destruidos también estos. Oráculo contra Babilonia, literalmente: carga sobre Babilonia. Carga. (Vulgata: onus) se llaman las profecías conminatorias. Cf. 14, 28; 15, 1; 17, 1, etc.
Oráculo contra Babilonia, que vio Isaías, hijo de Amós:

2Sobre un monte pelado alzad bandera,

levantad la voz para llamarlos, hacedles señas con la mano,

para que entren por las puertas de los príncipes.

3
3. Mis consagrados: Así llama Dios a las huestes que han de destruir el poder de Babilonia. Son instrumentos consagrados para ejecutar los designios de Dios; aunque paganos, están al servicio de Dios y cumplen una misión sagrada.
He dado órdenes a mis consagrados;

he llamado a mis valientes, para (ejecutar) mi ira;

y ellos saltan de gozo por la gloria mía.

4Se oye tumulto sobre los montes como tumulto de mucha gente;

voces de alarma de reinos, de naciones reunidas.

Yahvé de los ejércitos pasa revista a las tropas de guerra.

5Vienen de tierra lejana, de los extremos del cielo;

Yahvé y los instrumentos de su furor,

para asolar la tierra entera.

La destrucción de Babilonia

6
6 ss. En los versículo 6-8 se da un cuadro del espanto que sobrevendrá a los babilonios cuando vean inminente la ruina.
¡Aullad, que cercano está el día de Yahvé!

vendrá como ruina, de parte del Todopoderoso.

7Por tanto todos los brazos perderán su vigor,

y todos los corazones de los hombres se derretirán.

8Temblarán;

convulsiones y dolores se apoderarán de ellos;

se lamentarán como mujer parturienta.

Cada uno mirará con estupor a su vecino,

sus rostros serán rostros de llamas.

9
9. El día de Yahvé: el día del juicio y de la venganza que Dios va a tomar de los pecadores. Véase 2, 12 y nota; 61, 2; Jeremías 12, 3; 17, 18; Amós 6, 3; Malaquías 4, 1; Mateo 24, 29.
He aquí que ha llegado el día de Yahvé,

el inexorable, con furor e ira ardiente,

para convertir la tierra en desierto

y exterminar en ella a los pecadores.

10Pues las estrellas del cielo

y sus constelaciones no darán más su luz,

el sol se oscurecerá al nacer,

y la luna no hará resplandecer su luz.

11Entonces castigaré al mundo por su malicia,

y a los impíos por su iniquidad;

acabaré con la arrogancia de los soberbios

y abatiré la altivez de los opresores.

12
12. El sentido es: Nadie podrá rescatarse con oro y plata. Oro de Ofir: el oro más puro, que los navegantes traían de la costa oriental del África (cf. III Reyes 9, 28).
Haré que los hombres sean más escasos que el oro fino,

y los hijos de Adán más raros que el oro de Ofir.

13Por eso sacudiré los cielos,

y la tierra se moverá de su lugar,

por el furor de Yahvé de los ejércitos,

en el día de su ardiente ira.

14Entonces cual gacela perseguida,

y como ovejas sin redil;

se dirigirá cada uno a su pueblo,

y huirá cada cual a su tierra.

15Todos cuantos fueren hallados serán traspasados,

y todos los que cayeren presos morirán a cuchillo.

16
16. Los soldados conquistadores matarán a todos, hasta los niños. Cf. Salmos 136, 8 y la destrucción de la Babilonia apocalíptica (Apocalipsis capítulo 18).
Sus niños serán estrellados ante sus ojos,

saqueadas sus casas,

y violadas sus mujeres.

Los medos como instrumentos

17
17. Los medos y persas bajo el mando de Ciro se apoderaron de Babilonia en el año 538 a. C. Véase Daniel 5, 30. No buscan plata: característica de los persas, según Jenofonte (Cyrop.).
He aquí que suscitaré contra ellos a los medos

que no buscan plata ni son codiciosos de oro.

18Con sus arcos matarán a los jóvenes,

no tendrán piedad del fruto del seno,

y sus ojos no se compadecerán de los niños.

19Entonces Babilonia, la joya de los reinos,

gloria y orgullo de los caldeos,

vendrá a ser como Sodoma y Gomorra, (ciudades) destruidas por Dios.

20
20. La maldición perdura hasta hoy. Nadie ha osado reedificar la ciudad maldita; ni siquiera los nómadas levantan sus toldos sobre las ruinas de la misma.
Nunca jamás será habitada,

ni poblada de generación en generación;

no alzará allí el nómada su tienda;

ni harán en ella majada los pastores.

21
21. Los búhos: Vulgata: dragones. Sátiros; en hebreo Seirim (cf. Levítico 17, 7; II Paralipómenos 11, 15; Isaías 34, 14). Así llamaba la gente supersticiosa a los demonios que, según creencia popular, tenían cuerpo de macho cabrío y estaban confinados en el desierto.
Se guarecerán allí las fieras del desierto;

los búhos llenarán sus casas;

se instalarán allí los avestruces,

y los sátiros harán allí sus danzas.

22
22. Perros salvajes (otros: chacales; Vulgata sirenas): sinónimo de monstruo terrestre (San Jerónimo). “Largos siglos después de Isaías, San Juan retomó esta descripción en su Apocalipsis, para aplicarla a la Babilonia occidental” (Fillion).
En sus palacios aullarán los chacales,

y los perros salvajes en sus casas de placer.

Próximo a llegar está su tiempo,

y sus días no se aplazarán.
Copyright information for SpaPlatense