asHech. 9:19 y sig.
Acts 26
Capítulo 26
Defensa de Pablo ante Agripa
1Y Agripa a dijo a Pablo: Se te permite hablar en tu favor. Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa:2Con respecto a todo aquello de que los judíos me acusan, me considero afortunado, oh rey Agripa, de poder ▼
▼Lit., de estar para
presentar hoy mi defensa delante de ti, 3sobre todo, porque eres experto ▼▼O, porque eres especialmente experto
en todas las costumbres y controversias entre los judíos d; por lo cual te ruego que me escuches con paciencia. 4Pues bien, todos los judíos conocen e mi vida ▼▼O, mi manera de vivir
desde mi juventud, que desde el principio transcurrió entre los de mi pueblo ▼▼Lit., nación
y en Jerusalén; 5puesto que ellos han sabido de mí desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que viví como fariseo h, de acuerdo con la secta i más estricta j de nuestra religión. 6Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza k de la promesa hecha por Dios a nuestros padres l: 7que nuestras doce tribus m esperan alcanzar al servir fielmente a Dios noche y día. Y por esta esperanza n, oh rey, soy acusado por los judíos o. 8¿Por qué se considera increíble entre vosotros que Dios resucite a los muertos p? 9Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males q en contra del nombre de Jesús de Nazaret r. 10Y esto es precisamente ▼▼Lit., también
lo que hice en Jerusalén; no solo encerré en cárceles a muchos de los santos t con la autoridad recibida de los principales sacerdotes u, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo daba mi voto contra ellos v. 11Y castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas w, procuraba obligarlos a blasfemar; y enfurecido en gran manera contra ellos x, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras ▼▼O, circunvecinas
,
z. Relato de la conversión de Pablo
12 aaOcupado en esto ▼▼Lit., En las cuales cosas
, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes, 13al mediodía, oh rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía en torno mío y de los que viajaban conmigo. 14Y después de que todos caímos al suelo ac, oí una voz que me decía en el idioma hebreo ▼▼I.e., arameo judaico
,
ae: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón». 15Yo entonces dije: «¿Quién eres, Señor?». Y el Señor dijo: «Yo soy Jesús a quien tú persigues. 16»Pero levántate y ponte en pie af; porque te he aparecido con el fin de designarte ag como ministro y testigo ah, no solo de las cosas que ▼▼Algunos mss. antiguos dicen: que de mí
has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti aj; 17librándote ak del pueblo judío y de los gentiles al, a los cuales yo te envío, 18para que abras sus ojos am a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz an, y del dominio de Satanás a Dios ao, para que reciban, por la fe en mí ap, el perdón de pecados aq y herencia entre los que han sido santificados ar». 19Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial, 20sino que anunciaba, primeramente a los que estaban en Damasco as y también en Jerusalén at, y después por toda la región de Judea, y aun a los gentiles au, que debían arrepentirse av y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento aw. 21Por esta causa, algunos judíos me prendieron en el templo ax y trataron de matarme ay. 22Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificando az tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería ba: 23que ▼▼Lit., si
el Cristo ▼▼I.e., el Mesías
había de padecer ▼▼Lit., sería sujeto a sufrimiento
,
be, y que por motivo de su resurrección de entre los muertos bf, Él debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo judío como a los gentiles bg. Pablo exhorta a Agripa
24Mientras Pablo decía esto en su defensa, Festo dijo* a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡Tu mucho saber ▼▼Lit., Las muchas letras
,
bi te está haciendo perder la cabeza ▼▼Lit., te están volviendo loco
! 25Mas Pablo dijo*: No estoy loco, excelentísimo bk Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. 26Porque el rey entiende estas cosas bl, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto ▼▼Lit., en un rincón
. 27Rey Agripa, ¿crees en los profetas? Yo sé que crees. 28Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo ▼▼O, Con un poco
me persuadirás ▼▼O, procurarás convencerme
a que me haga cristiano bp. 29Y Pablo dijo: Quisiera ▼▼Lit., Oraría a
Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho ▼▼O, con poco o con mucho
, no solo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas bs. 30Entonces el rey, el gobernador, Berenice bt y los que estaban sentados con ellos se levantaron, 31y mientras se retiraban, hablaban entre ellos, diciendo: Este hombre no ha hecho* nada que merezca muerte o prisión ▼
▼Lit., cadenas
,
bv. 32Y Agripa dijo a Festo: Podría ser puesto en libertad este hombre bw, si no hubiera apelado al César bx.
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