j2Rey. 20:3
o2Sam. 3:27; 1Rey. 2:32
q1Rey. 2:9
y1Rey. 2:6
ac1Crón. 29:23; 2Crón. 1:1
ah1Rey. 1:5-25
ai1Rey. 1:38-50
am1Rey. 15:13
ao1Rey. 2:16
as1Rey. 1:7
bk1Rey. 1:7
bm1Rey. 1:50
bn1Rey. 2:25
bz1Rey. 2:25
cb1Rey. 4:4
cd1Rey. 2:27
ce2Sam. 16:5; 1Rey. 2:8
cm2Sam. 7:13; Prv. 25:5
1 Kings 2
Capítulo 2
Últimas palabras de David
1Y acercándose los días de su muerte, David a dio órdenes a su hijo Salomón: 2«Yo voy por el camino de todos en la tierra b. Sé, pues, fuerte c y sé hombre. 3»Guarda los mandatos del Señor tu Dios, andando en Sus caminos, guardando Sus estatutos, Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés d, para que prosperes e en todo lo que hagas y dondequiera que vayas, 4para que el Señor cumpla la promesa que me hizo ▼▼Lit. su palabra que habló de mí.
,
g: “Si tus hijos guardan su camino h, andando delante de Mí con fidelidad ▼▼O verdad.
, con todo su corazón j y con toda su alma, no te faltará ▼▼Lit. diciendo: no te será cortado.
hombre sobre el trono de Israel l”. 5»También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia m, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa n, hijo de Jeter o, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en tiempo de paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies. 6»Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol ▼
▼I.e. región de los muertos.
,
q en paz. 7»Pero muestra bondad a los hijos de Barzilai el galaadita r, y que estén entre los que comen a tu mesa s; porque ellos me ayudaron ▼▼Lit. se me acercaron.
,
u cuando huía de tu hermano Absalón. 8»Mira, contigo está Simei, hijo de Gera, el benjamita de Bahurim v; él fue el que me maldijo con una terrible ▼
▼O dolorosa.
maldición el día que yo iba a Mahanaim. Pero cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el Señor, diciendo: “No te mataré x a espada”. 9»Pero ahora, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio. Sabrás lo que debes hacer con él y harás que desciendan sus canas con sangre al Seol y». 10Y durmió David con sus padres y fue sepultado z en la ciudad de David aa. 11Los días que David reinó sobre Israel fueron cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén ab. 12Salomón se sentó en el trono de David su padre y su reino se afianzó en gran manera ac.
Salomón consolida su reino
13Entonces Adonías, hijo de Haguit, vino a Betsabé, madre de Salomón; y ella le dijo: «¿Vienes en paz ad?». «En paz», respondió él. 14Y añadió: «Tengo algo que decirle ▼▼Lit. palabra para ti.
». Y ella dijo: «Habla». 15«Usted sabe», dijo él, «que el reino era mío af y que todo Israel esperaba que yo fuera rey ▼▼Lit. ponía su rostro en mí para reinar.
,
ah; pero el reino ha cambiado de manos y ha venido a ser de mi hermano ai, porque por voluntad del Señor era suyo aj. 16»Ahora yo le hago una petición, no me la niegue ▼▼Lit. no hagas (hará) volver mi (tu) rostro, y así en los vers. 17 y 20.
». «Habla», le dijo ella. 17Él entonces dijo: «Le ruego que hable al rey Salomón, pues él no se lo negará, para que me dé por mujer a Abisag la sunamita al». 18«Muy bien», dijo Betsabé, «hablaré por ti al rey». 19Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey am y ella se sentó a su diestra an. 20Entonces ella dijo: «Te hago una pequeña petición; no me la niegues ao». «Pide, madre mía, porque no te la negaré», le dijo el rey. 21Y ella dijo: «Que se dé a Abisag la sunamita ap por mujer a tu hermano Adonías». 22El rey Salomón respondió a su madre: «¿Por qué pides a Abisag la sunamita para Adonías? Pide para él también el reino aq, pues es mi hermano mayor ar, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia as».
23Y el rey Salomón juró por el Señor, diciendo: «Así me haga Dios y aun más, si Adonías no ha hablado esta palabra contra su propia vida ▼
▼Lit. alma.
,
au. 24»Ahora pues, vive el Señor que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de mi padre David, y que me ha hecho una casa ▼▼I.e. una dinastía.
,
aw como había prometido, que hoy mismo Adonías morirá». 25El rey Salomón envió a ▼▼Lit. envió por mano de.
Benaía, hijo de Joiada ay, y este atacó a Adonías ▼▼Lit. él.
y lo mató ▼▼Lit. y murió.
. 26Entonces dijo el rey al sacerdote Abiatar: «Vete a Anatot bb, a tu campo, porque mereces morir ▼
▼Lit. eres hombre de muerte.
,
bd; pero no te daré muerte en esta ocasión ▼▼Lit. este día.
porque llevaste el arca del Señor Dios ▼▼Heb. YHWH, generalmente traducido Señor.
delante de mi padre David bg, y porque fuiste afligido con todas las cosas con que mi padre fue afligido bh». 27Así Salomón privó ▼▼Lit. expulsó.
a Abiatar de ser sacerdote del Señor, para que se cumpliera la palabra que el Señor había hablado acerca de la casa de Elí bj en Silo. 28Cuando las noticias llegaron a Joab, porque Joab había seguido a Adonías bk, aunque no había seguido a Absalón bl, Joab huyó a la tienda del Señor y se agarró de los cuernos del altar bm. 29Y se le informó al rey Salomón que Joab había huido a la tienda del Señor, y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada bn, diciendo: «Ve y atácalo bo».
30Benaía entró en la tienda del Señor y le dijo: «Así ha dicho el rey: “Sal de ahí”». Pero él dijo: «No, pues moriré aquí». Benaía llevó la respuesta ▼
▼Lit. palabra.
al rey: «Así Joab habló y así me respondió». 31Y el rey le dijo: «Haz como él ha dicho bq; atácalo, mátalo y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa br. 32»El Señor hará volver su sangre sobre su propia cabeza bs, porque él atacó a dos hombres más justos y mejores que él y los mató bt a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner bu, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa bv, hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá. 33»Su sangre, pues, recaerá sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su descendencia ▼▼Lit. simiente.
para siempre bx; pero para David y su descendencia ▼▼Lit. simiente.
, para su casa y su trono, haya paz de parte del Señor para siempre». 34Entonces subió Benaía, hijo de Joiada, lo atacó y lo mató bz; y fue sepultado en su casa en el desierto ca. 35En su lugar el rey nombró sobre el ejército a Benaía, hijo de Joiada cb, y el rey nombró al sacerdote Sadoc cc en lugar de Abiatar cd.
36Después el rey envió a llamar a Simei ce, y le dijo: «Edifícate una casa en Jerusalén, vive ahí y no salgas de allí a ninguna parte. 37»Porque el día que salgas y pases el torrente Cedrón cf, ten por cierto que sin duda morirás; tu sangre recaerá ▼
▼Lit. será.
sobre tu cabeza ch». 38Entonces Simei dijo al rey: «La palabra es buena; como ha dicho el rey mi señor, así lo hará su siervo». Y vivió Simei en Jerusalén muchos días. 39Pero aconteció que después de tres años, dos de los siervos de Simei huyeron a donde Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat ci. Le avisaron a Simei: «Tus siervos están en Gat». 40Simei se levantó, ensilló su asno y fue a Gat a ver a Aquis para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei y trajo sus siervos de Gat. 41Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.
42Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: «¿No te hice jurar por el Señor y te advertí seriamente: “El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás”? Y tú me dijiste: “La palabra que he oído es buena”. 43»¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del Señor y el mandamiento que te impuse?». 44Dijo además el rey a Simei: «Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David cj, que tú reconoces en tu corazón ▼
▼Lit. que tu corazón reconoce.
; el Señor, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza cl. 45»Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del Señor para siempre cm». 46Entonces el rey mandó a Benaía, hijo de Joiada, y este salió y atacó a Simei ▼▼Lit. él.
y lo mató ▼▼Lit. y murió.
. Así fue confirmado el reino en las manos de Salomón cp.
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