af1Sam. 31:9; 1Crón. 10:9
Judges 16
Capítulo 16
Sansón y Dalila
1Sansón fue a Gaza a, y allí vio a una ramera y se llegó a ella. 2Entonces fue dicho a los de Gaza: «Sansón ha venido acá». Y ellos cercaron el lugar y se apostaron a la puerta de la ciudad toda la noche, acechándolo b. Y estuvieron callados toda la noche y dijeron: «Esperemos hasta que amanezca ▼▼Lit. la luz de la mañana.
, entonces lo mataremos». 3Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas. Entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón. 4Después de esto, Sansón se enamoró de una mujer del ▼
▼Lit. en el.
valle de Sorec, que se llamaba Dalila. 5Los príncipes de los filisteos e fueron a ella y le dijeron: «Persuádelo f, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo ▼▼Lit. con qué.
podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo ▼▼Lit. afligirlo.
. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 monedas de plata». 6Dalila le dijo a Sansón: «Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte ▼▼Lit. afligirte.
». 7Sansón le respondió: «Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 8Los príncipes de los filisteos le llevaron siete cuerdas frescas que no se habían secado, y Dalila lo ató con ellas. 9Y ella tenía hombres al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima ▼
▼Lit. están sobre ti.
!». Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca ▼▼Lit. huele.
el fuego. Así que no se descubrió el secreto de su fuerza. 10Entonces Dalila dijo a Sansón: «Mira, me has engañado y me has dicho mentiras. Ahora pues, te ruego que me declares cómo se te puede atar». 11«Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado ▼
▼Lit. con las que no se ha hecho trabajo.
», le respondió él, «me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 12Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima ▼▼Lit. están sobre ti.
!». Pues los hombres estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas ▼▼Lit. las rompió.
de sus brazos como un hilo. 13Dalila entonces dijo a Sansón: «Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras. Declárame, ¿cómo se te puede atar?». «Si tejes siete trenzas de mi cabellera ▼
▼Lit. cabeza.
con la tela ▼▼Las palabras: y la aseguras...con la tela (vers. 14), están en la sept., pero no en ningún ms. Heb.
y la aseguras con una clavija», le dijo él, «entonces me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 14Y mientras él dormía, Dalila tomó las siete trenzas de su cabellera ▼▼Lit. cabeza.
y las tejió con la tela. Entonces la aseguró con la clavija, y le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima ▼▼Lit. están sobre ti.
!». Pero él despertó de su sueño y arrancó la clavija del telar y la tela. 15Así que ella le dijo: «¿Cómo puedes decir: “Te quiero”, cuando tu corazón no está conmigo s? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza». 16Y ▼
▼Lit. Y fue que.
como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta ▼▼Lit. impacientó hasta el punto de.
la muerte. 17Él le reveló ▼
▼O descubrió.
, pues, todo lo que había en su corazón, diciéndole: «Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido nazareo para Dios desde el vientre de mi madre w. Si me cortan el cabello ▼▼Lit. fuera rapado.
, mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 18Viendo Dalila que él le había declarado todo lo que había en su corazón, mandó llamar a los príncipes de los filisteos y dijo: «Vengan una vez más, porque él me ha declarado todo lo que hay en su corazón». Entonces los príncipes de los filisteos vinieron a ella y trajeron el dinero en sus manos. 19Y ella lo hizo dormir sobre sus rodillas, y mandó llamar a un hombre que le rasuró las siete trenzas de su cabellera ▼
▼Lit. cabeza.
. Luego ella comenzó a afligirlo y su fuerza lo dejó. 20Ella entonces dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima ▼
▼Lit. están sobre ti.
!». Y él despertó de su sueño, y dijo: «Saldré como las otras veces y escaparé ▼▼Lit. me soltaré.
». Pero no sabía que el Señor se había apartado de él ab. 21Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos. Y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino ▼▼Lit. fue molinero.
en la prisión. 22Pero el cabello de su cabeza comenzó a crecer de nuevo después de rasurado. 23Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón ad, y para regocijarse, pues decían:
«Nuestro dios ha entregado a nuestro enemigo Sansón en nuestras manos».
24Cuando la gente lo vio, alabaron a su dios ae, pues decían:
«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo af,
Al que asolaba nuestra tierra,
Y multiplicaba nuestros muertos».
25Y cuando estaban bien alegres ▼
▼Lit. el corazón de ellos estaba alegre.
, dijeron: «Llamen a Sansón para que nos divierta». Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía ▼▼Lit. era objeto de burla.
. Y lo pusieron de pie entre las columnas. 26Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: «Déjame tocar las columnas sobre las que el edificio ▼▼Lit. la casa, y así en el resto del cap.
descansa, para apoyarme en ellas». 27El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea había como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón los divertía. 28Entonces Sansón invocó al Señor aj y dijo: «Señor Dios ▼
▼Heb. YHWH, generalmente traducido Señor.
, te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos al». 29Sansón palpó las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra. 30Y dijo Sansón: «¡Muera yo con los filisteos!». Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los ▼
▼Lit. los muertos.
que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida. 31Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. Sansón había juzgado a Israel veinte años an.
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