Psalms 90
SALMO 90
La eternidad de Dios y lo transitorio del hombre
Oración de Moisés ▼▼Véase Dt. 33:1., hombre de Dios.
1Señor, Tú has sido un refugio para nosotros b De generación en generación. 2Antes que los montes fueran engendrados c,
Y nacieran la tierra y el mundo d,
Desde la eternidad y hasta la eternidad e, Tú eres Dios.
3Haces que el hombre vuelva a ser polvo f,
Y dices: «Vuelvan, hijos de los hombres». 4Porque mil años ante Tus ojos g
Son como el día de ayer que ya pasó h,
Y como una vigilia de la noche i. 5Tú los has barrido como un torrente j, son como un sueño k;
Son como la hierba que por la mañana reverdece l; 6Por la mañana florece m y reverdece;
Al atardecer se marchita n y se seca o.
7Porque hemos sido consumidos con Tu ira p,
Y por Tu furor hemos sido conturbados. 8Has puesto nuestras iniquidades delante de Ti q,
Nuestros pecados secretos r a la luz de Tu presencia. 9Porque por Tu furor han declinado todos nuestros días s;
Acabamos nuestros años como un suspiro. 10Los días de nuestra vida llegan a setenta años;
Y en caso de mayor vigor, a ochenta años t.
Con todo, su orgullo es solo trabajo y pesar u,
Porque pronto pasa, y volamos v. 11¿Quién conoce el poder de Tu ira w,
Y Tu furor conforme al temor x que se debe a Ti? 12Enséñanos a contar de tal modo nuestros días y,
Que traigamos al corazón sabiduría z.
13Vuelve aa, Señor; ¿hasta cuándo ab?
Y compadécete de Tus siervos ac. 14Sácianos ad por la mañana con Tu misericordia,
Y cantaremos con gozo ae y nos alegraremos todos nuestros días. 15Alégranos af conforme a los días que nos afligiste,
Y a los años en que vimos adversidad ag. 16Sea manifestada Tu obra a Tus siervos ah,
Y Tu majestad a sus hijos ai, 17Y sea la gracia del Señor aj nuestro Dios sobre nosotros.
Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos ak;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.
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