1 Maccabees 5
Guerra contra los pueblos vecinos
1Así que las naciones circunvecinas oyeron que el altar y el Santuario habían sido reedificados como antes, se irritaron sobremanera; 2 ▼▼2. Como se ve, las persecuciones antisemíticas no son solamente cosa moderna. Cf. Hechos de los Apóstoles 18, 2.
y resolvieron exterminar a los de la estirpe de Jacob que vivían entre ellos, y comenzaron a matar y perseguir a aquel pueblo. 3 ▼▼3. Acrabatane, esto es, la cuesta del Escorpión (Números 34, 4; Josué 15, 3), nombre de un desfiladero en el sudeste de Judea, al sur del Mar Muerto. Es de notar cómo entre los enemigos de Israel, antes que los mismos gentiles (versículo 9 ss.) y antes que los Moabitas (descendientes incestuosos de Lot), castiga Dios a Edom, el pueblo de Esaú, que odiaba al de su hermano Jacob. A este respecto véase, como orientación, la profecía de Abdías; Salmo 75, 11; 136, 7; Isaías 34, 5 ss.; 63, 1; Jeremías 49, 7 ss.; Ezequiel 25, 12 ss.; 35, 1-15 y notas.
Entretanto batía Judas a los hijos de Esaú en la Idumea, y a los que estaban en Acrabatane, porque tenían sitiados a los israelitas, e hizo en ellos un gran destrozo. 4 ▼▼4. Los hijos de Beán (probablemente nombre de una ciudad o región) habían asaltado a las caravanas judías. Judas los anatematizó (versículo 5), lo que equivale a su destrucción completa. Véase Éxodo 22, 20; Levítico 27, 28; Deuteronomio 13, 13 ss.
También se acordó de la malicia de los hijos de Beán, los cuales eran para el pueblo un lazo y tropiezo, armándole emboscadas en el camino. 5Y los obligó a encerrarse en unas torres, donde los tuvo cercados; y habiéndolos anatematizado, pegó fuego a las torres y las quemó con cuantos había dentro. 6 ▼▼6. Sobre los hijos de Ammón, que vivían en la región septentrional de Transjordania, véase Isaías 11, 14; Jeremías 27, 1 ss.; Ezequiel 21, 28 s.; Sofonías 2, 8.
De allí pasó a los hijos de Ammón, donde encontró un fuerte y numeroso ejército, con Timoteo, su caudillo. 7Tuvo diferentes choques con ellos, y los derrotó, e hizo en ellos gran matanza. 8 ▼▼8. Gacer, situada en Transjordania (Galaad); según San Jerónimo, a 14 millas romanas al norte de Hesebón. Como se verá en lo consecutivo, Judas castiga a todos los pueblos paganos que vejaban a los judíos.
Y tomó la ciudad de Gacer con los lugares dependientes de ella, y se volvió a Judea. Persecución de los judíos en Galaad y Galilea
9 ▼▼9. Datemán: nombre de una ciudad del Haurán (al norte de Transjordania).
Los gentiles que habitaban en Galaad se reunieron para exterminar a los israelitas que vivían en su país; mas estos se refugiaron en la fortaleza de Datemán. 10Desde allí escribieron cartas a Judas y a sus hermanos, en las cuales decían: “Se han congregado las naciones circunvecinas para perdernos; 11y se preparan para venir a tomar la fortaleza donde nos hemos refugiado, siendo Timoteo, el caudillo de su ejército. 12Ven luego, y líbranos de sus manos, porque han perecido ya muchos de los nuestros; 13 ▼▼13. Tubín: probablemente idéntico con Et-Taibe.
y todos nuestros hermanos, que habitaban en los lugares de Tubín, han sido muertos, habiéndose llevado cautivas a sus mujeres e hijos, y saqueándolo todo, y dado muerte allí mismo a cerca de mil hombres.” 14Aún no había acabado de leer estas cartas, cuando he aquí que llegaron otros mensajeros que venían de Galilea, rasgados sus vestidos, trayendo otras nuevas semejantes. 15Pues decían haberse coligado contra ellos los de Tolomaida, y los de Tiro y de Sidón, y que toda la Galilea estaba llena de extranjeros, con el fin de acabar con nosotros. 16Luego que Judas y su gente oyeron tales noticias, tuvieron un gran consejo para deliberar qué era lo que harían a favor de aquellos hermanos suyos que se hallaban en la angustia, y eran estrechados por aquella gente. 17Dijo Judas a su hermano Simón: “Escoge un cuerpo de tropas, y ve a librar a tus hermanos que están en Galilea, y yo y mi hermano Jonatás iremos a Galaad.” 18Y dejó a José, hijo de Zacarías, y a Azarías por caudillos del pueblo, para guardar la Judea con el resto del ejército. 19Les dio esta orden: “Cuidad de esta gente, les dijo; y no salgáis a pelear contra los gentiles, hasta que volvamos nosotros.” 20Se dieron a Simón tres mil hombres para ir a Galilea, y Judas tomó ocho mil para pasar a Galaad. Simón liberta a Galilea y judas a Galaad
21 ▼▼21. Tolomaida (Ptolomais), puerto y ciudad en el norte de Palestina, entre Haifa y Sidón. Se llama en Jueces 1, 31: Accos; en la Edad Media: San Juan de Acre, lugar de innumerables acciones bélicas y último refugio de los Cruzados en Tierra Santa.
Partió Simón para Galilea; y tuvo muchos encuentros con aquellas naciones, las que derrotó y fue persiguiendo hasta las puertas de Tolomaida; 22dejando muertos cerca de tres mil gentiles, y apoderándose del botín. 23 ▼▼23. Arbates o Arbata, hoy día Rabie, a 10 kilómetros de Cesárea.
Tomó después consigo a los que había en Galilea y en Arbates, como también a sus mujeres e hijos, y todo cuanto tenían, y los condujo a la Judea con grande regocijo. 24Entretanto Judas Macabeo, con su hermano Jonatás, pasaron el Jordán, y caminaron tres días por el desierto. 25 ▼▼25. Los nabuteos, en griego nabateos, tribu árabe, cuya capital era Petra, situada entre el Mar Muerto y el golfo de Akaba (Mar Rojo).
Y les salieron al encuentro los nabuteos, los cuales los recibieron pacíficamente, y les contaron lo que había acaecido a sus hermanos en Galaad; 26 ▼▼26. Bosor, hoy día Busra eski scham. Maget, hoy día Tell Mikdad. Carnaim: Cf. Génesis 14, 5 y nota.
y cómo muchos de ellos se habían encerrado en Barasa, en Bosor, en Alimas, en Casfor, en Maget, y Carnaim, todas ellas ciudades fuertes y grandes; 27y cómo quedaban también cercados los que habitaban en otras ciudades de Galaad, y que los enemigos querían arrimar al día siguiente su ejército a aquellas ciudades, y prenderlos, y acabar con ellos en un solo día. 28Con esto partió Judas inmediatamente con su ejército por el camino del desierto de Bosor, y se apoderó de la ciudad, y pasó a cuchillo a todos los varones, y después de saqueada la entregó a las llamas. 29Por la noche salieron de allí y se dirigieron a la fortaleza; 30y al rayar el día, alzando los ojos vieron una tropa innumerable de gentes, que traían consigo escalas y máquinas para tomar la plaza, y destruir a los que estaban dentro. 31Luego que Judas vio que se había comenzado el ataque, y que el clamor de los combatientes subía hasta el cielo como trompeta, y la grande gritería en la ciudad, 32dijo a sus tropas: “Pelead en este día en defensa de vuestros hermanos”. 33Y marcharon en tres columnas por las espaldas de los enemigos; tocaron las trompetas, y clamaron orando. 34Entonces conocieron las tropas de Timoteo, que era el Macabeo el que venía, y huyeron su encuentro; sufriendo un gran destrozo, y habiendo perecido en aquel día al pie de ocho mil hombres. Destrucción de Carnaim y Efrón
35 ▼▼35. No la Masfá de Samuel (I Reyes 7, 5), sino una ciudad de Transjordania.
De allí torció Judas el camino hacia Masfá, la batió y se apoderó de ella; pasó a cuchillo todos los varones, y después de haberla saqueado, la incendió. 36Partiendo más adelante tomó, a Casbón, a Maget, a Bosor y a las demás ciudades de Galaad. 37 ▼▼37. Rafón, hoy día Er-Rafe, situada en Galaad, quizás la Rafana citada por Plinio como perteneciente a la Decápolis.
Después de estos sucesos juntó Timoteo otro ejército, y se acampó frente a Rafón, a la otra parte del arroyo. 38Judas envió luego a espiar al enemigo, y los emisarios le dijeron: “Todas las naciones que nos rodean se han juntado con Timoteo; es un ejército sumamente grande. 39Han tomado también en su auxilio a los árabes, y están acampados a la otra parte del arroyo, preparándose para venir a darte la batalla”. Y Judas marchó contra ellos. 40Ahora bien, Timoteo había dicho a los capitanes de su ejército: “Cuando Judas con sus tropas llegare al arroyo y pasare él primero hacia nosotros, no le podremos resistir, y nos vencerá infaliblemente. 41Pero si temiere pasar, y pusiere su campo en el otro lado del arroyo, pasémoslo nosotros, y lograremos victoria”. 42En esto llegó Judas cerca del arroyo, y poniendo a los escribanos del ejército a lo largo de la orilla del agua, les dio esta orden: “No dejéis que se quede aquí nadie; sino que todos han de venir al combate”. 43Dicho esto pasó él el primero hacia los enemigos, y en pos de él toda la tropa, y así que llegaron, derrotaron a todos aquellos gentiles, los cuales arrojaron las armas, y huyeron al templo que había en Carnaim. 44Judas tomó la ciudad, pegó fuego al templo y le abrasó con cuantos había dentro; y Carnaim fue asolada, sin que pudiese resistir a Judas. 45Entonces reunió Judas todos los israelitas que se hallaban en el país de Galaad, desde el más chico hasta el más grande, con sus mujeres e hijos, formando de todos ellos un ejército numerosísimo para que viniesen a la tierra de Judá. 46 ▼▼46. Efrón, ciudad ubicada entre Carnaim (Transjordania) y Betsán (hoy día Beisán), donde hay varios vados del Jordán (véase versículo 52).
Llegaron a Efrón, ciudad grande situada en la embocadura del país, y muy fuerte; y no era posible dejarla a un lado, echando a la derecha o a la izquierda, sino que era preciso atravesar por medio de ella. 47Mas sus habitantes se encerraron, y tapiaron las puertas con piedras. Judas les envió un mensajero de paz, 48diciéndoIes: “Es nuestro deseo pasar por vuestro país para ir a nuestras casas, y nadie os hará daño; no haremos más que pasar”. Sin embargo, ellos no quisieron abrir. 49Entonces Judas hizo pregonar por todo el ejército, que cada uno la asaltase por el lado en que se hallaba. 50En efecto, la atacaron los hombres más valientes, y se dio el asalto, que duró todo aquel día y aquella noche, cayendo al fin en sus manos la ciudad. 51Pasaron a cuchillo a todos los varones, y arrasaron la ciudad hasta los cimientos, después de haberla saqueado, y atravesaron por toda ella, caminando por encima de los cadáveres. Judas vuelve a Jerusalén dando gracias a Dios
52En seguida pasaron el Jordán en la gran llanura que hay enfrente de Betsán. 53E iba Judas en la retaguardia reuniendo a los rezagados, y alentando al pueblo por todo el camino, hasta que llegaron a tierra de Judá. 54 ▼▼54. Ninguno de ellos: Evidente milagro si se trata de toda la guerra. Fillion, siguiendo a otros comentadores, lo refiere solo al regreso de Betsán a Jerusalén.
Y subieron al monte Sión con alegría y regocijo, y ofrecieron allí holocaustos en acción de gracias por el feliz regreso, sin que hubiese perecido ninguno de ellos. Imprudencia de los comandantes de Jerusalén
55 ▼▼55. “Este desgraciado episodio de los dos lugartenientes de Judas sirve al autor para poner más de relieve el valor de los hermanos Macabeos, a quienes parecía acompañar la victoria” (Nácar-Colunga). Sirve asimismo para enseñarnos que la guerra de los Macabeos era una guerra santa y que la victoria correspondía solamente a los llamados por Dios. Cf. versículo 62.
Pero mientras Judas y Jonatás estaban en el país de Galaad, y Simón, su hermano, en Galilea delante de Tolomaida, 56José, hijo de Zacarías, y Azarías, comandante de las tropas, tuvieron noticia de estos felices sucesos, y de las batallas que se habían dado. 57Y dijo aquel: “Hagamos también nosotros célebre nuestro nombre, y vamos a pelear contra las naciones circunvecinas”. 58Y dando la orden a las tropas de su ejército, marcharon contra Jamnia. 59Pero Gorgias salió con su gente fuera de la ciudad, para venir al encuentro de ellos y presentarles batalla. 60Y fueron batidos José y Azarías, los cuales echaron a huir hasta las fronteras de Judea; pereciendo en aquel día hasta dos mil hombres del pueblo de Israel; habiendo sufrido el pueblo esta gran derrota, 61 ▼▼61. Nótese el contraste con 2, 21 y 4, 6 ss. y nota. Como vemos en el Magníficat (Lucas 1, 52), la vanagloria se castiga a si misma al incurrir en la reprobación divina. Véase en cambio, la glorificación del Macabeo en versículo 63 ss.
por no haber obedecido las órdenes de Judas y de sus hermanos, imaginándose que harían maravillas. 62 ▼▼62. Aquellos varones: los Macabeos, el sacerdote Matatías y sus hijos. Es Dios quien nos llama y no nosotros. Véase Juan 15, 16: “Yo soy el que he elegido a vosotros.”
Mas ellos no eran de la estirpe de aquellos varones, por medio de los cuales había de ser salvado Israel. 63Por el contrario, las tropas de Judas se adquirieron gran reputación, tanto en todo Israel, como entre las naciones todas, adonde llegaba el eco de su fama. 64Y la gente les salía al encuentro con aclamaciones de júbilo. Judas castiga a los idumeos y filisteos
65Marchó después Judas con sus hermanos al país del mediodía a reducir a los hijos de Esaú, y se apoderó a la fuerza de Hebrón, y de sus aldeas, quemando sus muros y las torres que tenía alrededor. 66 ▼▼66. En vez de Samaria dice el griego, con Josefo y la traducción latina antigua (Itala): Maresa (ciudad de la llanura de Judea).
De allí partió y se dirigió al país de las naciones extranjeras, y recorrió la Samaria. 67En aquel tiempo murieron peleando unos sacerdotes por querer hacer proezas, y haber entrado imprudentemente en el combate. 68Judas torció después hacia Azoto, país de los extranjeros, y derribó sus altares, quemó los simulacros de sus dioses, saqueó las ciudades, y con sus despojos se volvió a tierra de Judá.
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