2 Kings 12
Restauración del Templo
1 ▼▼1. Compárese este capítulo con II Paralipómenos 24, 1-27.
Joás empezó a reinar el año séptimo de Jehú y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sebiá de Bersabee. 2 ▼▼2. Después se corrompió (II Paralipómenos 24, 15 ss.). Con esto se ve lo que vale el consejo y la dirección de un hombre verdaderamente sobrenatural. Si cuidamos mucho de que sea bueno el médico a quien confiamos la salud del cuerpo, ¡cuánto más este otro!
Hizo Joás lo que era recto a los ojos de Yahvé todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiadá. 3 ▼▼3. Habla de los sacrificios ofrecidos a Dios, que todavía se hacían en los lugares altos, fuera del Templo de Jerusalén, el cual, según la Ley, era el único lugar destinado para los sacrificios.
Pero los lugares altos no desaparecieron, y el pueblo siguió sacrificando y quemando incienso en los lugares altos. 4Joás dijo a los sacerdotes: “Todo el dinero que como cosa santificada entre en la Casa de Yahvé, la tasa personal de cada uno, el dinero de rescate de personas, según su valuación, y todo el dinero que voluntariamente se ofrece a la Casa de Yahvé, 5tómenlo los sacerdotes, cada uno de las manos de sus conocidos; y hagan reparar los desperfectos de la Casa dondequiera que se hallaren deterioros.” 6Pero hasta el año veinte y tres del rey Joás, los sacerdotes no habían aún reparado los desperfectos de la Casa. 7Llamó, pues, el rey Joás al sacerdote Joiadá y a los sacerdotes, y les dijo: “¿Por qué no reparáis los deterioros de la Casa? En adelante no podréis más tomar el dinero de vuestros conocidos, sino que habéis de entregarlo para los deterioros de la Casa.” 8 ▼▼8. En este episodio el Espíritu Santo nos enseña a administrar debidamente las limosnas dadas para la Casa de Dios y el culto. Por haberlas empleado en propio provecho se les quita a los sacerdotes el derecho de administrarlas. Cf. I Timoteo 6, 5, donde San Pablo habla de los que piensan que la piedad es una granjería.
Consintieron los sacerdotes en no recibir más dinero del pueblo, ni hacer ellos las reparaciones de la Casa. 9Entonces el sacerdote Joiadá tomó un arca, hizo un agujero en la tapa de ella, y la colocó junto al altar, a la derecha, por donde se entraba en la Casa de Yahvé; y los sacerdotes que guardaban la puerta metían allí todo el dinero que fue traído a la Casa de Yahvé. 10Cuando veían que había mucho dinero en el arca, subía el secretario del rey, con el Sumo Sacerdote, y metían el dinero en bolsas y lo contaban todo cuanto había en la Casa de Yahvé. 11Y después de pesarlo entregaban el dinero en manos de los que hacían la obra, es decir, en manos de los encargados de la Casa de Yahvé; y ellos lo gastaban para pagar a los carpinteros y a los constructores que trabajaban en la Casa de Yahvé; 12y a los albañiles y a los canteros, y para comprar maderas y piedras labradas, necesarias para las reparaciones de la Casa de Yahvé y para todo lo que se gastaba en la reparación de la Casa. 13Pero de ese dinero que ingresaba en la Casa de Yahvé, no se hacían para la Casa de Yahvé fuentes de plata, ni cuchillos, ni aspersorios, ni trompetas, ni utensilio alguno de oro y plata, 14sino que se daba a quienes hacían la obra; y ellos restauraban con ello la Casa de Yahvé. 15No se tomaban cuentas a los hombres, en cuyas manos se entregaba el dinero, para dárselo a los que hacían las obras, porque trabajaban con probidad. 16 ▼▼16. Cf. Levítico capítulos 5 y 6.
No ingresaba en la Casa de Yahvé el dinero de los sacrificios por la culpa o por el pecado, pues este era de los sacerdotes. Joás paga tributo al rey de Siria
17Entontonces subió Hazael, rey de Siria, atacó a Gat y la tomó. Mas cuando Hazael se puso a subir contra Jerusalén, 18tomó Joás, rey de Judá, todos los objetos sagrados que habían consagrado sus padres Josafat y Joram y Ococías, reyes de Judá, y los que él mismo había dedicado, juntamente con el oro que se hallaba en los tesoros de la Casa de Yahvé, y en la casa del rey, y lo envió a Hazael, rey de Siria, que entonces se retiró de Jerusalén.Muerte de Joás
19Las demás cosas de Joás, y todo lo que hizo, ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 20 ▼▼20. En Betmilló, a la bajada de Silá: Texto dudoso. Vulgata vierte: en la casa de Mello, a la bajada de Sella. Betmilló es probablemente idéntico con el baluarte “Miló” que protegía a la Ciudad de David por el lado occidental. Cf. II Reyes 5, 9 y nota.
Se sublevaron sus servidores, y haciendo una conspiración, mataron a Joás en Betmilló, a la bajada de Silá. 21 ▼▼21. Según II Paralipómenos 24, 25, Joás fue sepultado en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
Sus servidores Josacar, hijo de Simeat, y Josabad, hijo de Somer, le hirieron de modo que murió. Le sepultaron con sus padres, en la ciudad de David, y en su lugar reinó su hijo Amasías.
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