‏ 2 Samuel 20

Sedición de Seba

1
1. La rebelión de Seba tiene sus raíces tanto en el recelo tradicional de la casa de Benjamín, como en los acontecimientos que se narraron en 15, 5 ss.; 19, 41 ss. Hijo de Belial: hombre malvado.
Hallábase allí un hijo de Belial, que se llamaba Seba, hijo de Bicrí, benjaminita; el cual tocó la trompeta y dijo:

“Nosotros no tenemos parte con David,

ni herencia con el hijo de Isaí.

¡Cada uno a su tienda, oh Israel!”

2Y todos los hombres de Israel abandonaron a David y siguieron a Seba, hijo de Bicrí, quedando fieles al rey solo los hombres de Judá, desde el Jordán hasta Jerusalén. 3Llegó, pues, David a Jerusalén, a su casa; y tomó el rey a las diez mujeres secundarias que había dejado al cuidado de la casa, y las puso en clausura. Las sustentó, pero no se llegó más a ellas. Estuvieron encerradas hasta el día que murieron, viviendo como viudas.

4Dijo el rey a Amasá: “Convócame dentro de tres días a los hombres de Judá; y tú también estate aquí presente.” 5Fue Amasá a convocar a Judá, mas no guardó el plazo fijado. 6Por lo cual dijo David a Abisai: “Ahora Seba, hijo de Bicrí, va a hacernos más mal que Absalón. Toma, pues, tú los siervos de tu señor, y sigue tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas y se escape de nuestra vista.” 7
7. Los cereteos y feleteos: la guardia personal del rey. Cf. 15, 18 y nota.
Y salieron en pos de él los hombres de Joab, los cereteos y los feleteos y todos los hombres valientes. Salieron de Jerusalén para perseguir a Seba, hijo de Bicrí.

Joab asesina a Amasá

8Estando ellos junto a la piedra grande que había en Gabaón, se presentó Amasá delante de ellos. Vestía Joab su túnica militar, sobre la cual tenía ceñida a sus lomos una espada en su vaina, que saliéndose se le cayó. 9Dijo Joab a Amasá: “¿Te va bien, hermano mío?”, y con la mano derecha tomó a Amasá de la barba para besarlo. 10
10. El crimen de Joab era más que un simple homicidio, porque lo cometió so pretexto de besarle. Además de esto, Amasá era pariente de Joab. David lo condena en III Reyes 2, 5 ss.
Amasá no se fijó en la espada que Joab tenía en la mano, de modo que este pudo herirlo con ella en el vientre y derramar por tierra sus entrañas; y sin golpe murió Amasá. Luego Joab y su hermano Abisai continuaron la persecución de Seba, hijo de Bicrí.
11Uno de los soldados de Joab se apostó junto a Amasá y decía: “¡Quien es del partido de Joab y quien está con David que siga tras Joab!” 12Mientras tanto Amasá se revolcaba en su sangre, en medio del camino. Mas viendo ese hombre que todo el pueblo se paraba, trasladó a Amasá del camino al campo y lo cubrió con una ropa; pues se había dado cuenta de que todos los que pasaban se detenían junto a él. 13Apartado ya del camino, toda la gente siguió adelante en pos de Joab, en persecución de Seba, hijo de Bicrí.

Castigo de Seba

14
14. Todos los bicritas se reunieron y le siguieron . Vulgata: y se le había juntado lo escogido de la gente. Abel de Betmaacá: Vulgata: Abela y Betmaacá. No son dos ciudades, sino una sola, situada en el extremo norte de Palestina. La mujer la llama madre (versículo 19), porque era una de las ciudades principales, cuyos habitantes eran famosos por su buena índole y talento, lo que se expresa en el proverbio que cita la mujer. Esta da pruebas de una admirable sabiduría, que recuerda a la mujer de Tecoa (capítulo 14).
Joab recorrió todas las tribus de Israel hasta Abel de Betmaacá; y también todos los bicritas se reunieron y le siguieron.
15Llegaron, pues, y sitiaron (a Seba) en Abel de Betmaacá y levantaron contra la ciudad un baluarte que llegaba hasta el vallado, y toda la gente que estaba con Joab estaba batiendo el muro para destruirlo. 16Entonces una mujer sabia gritó desde la ciudad: “¡Oíd! ¡Oíd! ¡Os ruego que digáis a Joab que se llegue aquí, para que yo hable con él!” 17Se le acercó Joab y la mujer preguntó: “¿Eres tú Joab?” “Yo soy”, contestó él. Entonces ella le dijo: “Escucha las palabras de tu sierva.” A lo que dijo él: “Escucho.” 18Luego habló ella, diciendo: “Antiguamente se solía decir: ‘Hay que pedir consejo en Abel’; y así se arreglaba todo asunto. 19Yo soy una de las (ciudades) pacíficas y fieles en Israel; tú procuras destruir una ciudad y una madre en Israel. ¿Por qué quieres devorar la herencia de Yahvé?” 20Joab respondió: “¡Muy lejos de mí la idea de devorar y destruir! 21El caso no es así, sino es que un hombre de la montaña de Efraím que se llama Seba, hijo de Bicrí, ha levantado la mano contra el rey David. Entregadme ese hombre solo y me retiraré de la ciudad.” Repuso la mujer a Joab: “He aquí que se te arrojará su cabeza por encima de la muralla.” 22Entonces la mujer se dirigió a todo el pueblo con tanta cordura que cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicrí, y se la echaron a Joab; el cual tocó la trompeta y las tropas se dispersaron retirándose de la ciudad, cada una hacia su tienda; y Joab se volvió a Jerusalén, al rey.

Ministros de David

23Joab estaba al frente del ejército de Israel; Banaías, hijo de Joiadá, era capitán de los cereteos y feleteos; 24Aduram, inspector de los tributos; Josafat, hijo de Aquilud, cronista; 25Sivá, secretario, y Sadoc y Abiatar eran sacerdotes. 26
26. Ministro de David; literalmente: sacerdote de David, esto es, consejero o cortesano del rey. Cf. 8, 18.
También Irá de Jaír era ministro de David.
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