‏ 2 Samuel 3

La familia de David

1
1 ss. Cf. 1 Paralipómenos 3, 1-9. Quileab (versículo 3) se llama Daniel en I Paralipómenos 3, I.
Duró largo tiempo la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se hacía cada vez más fuerte y la casa de Saúl iba decayendo de día en día.
2Le nacieron a David hijos en Hebrón. Su primogénito fue Ammón, hijo de Ahinoam de Jesreel; 3su segundo, Quileab, de Abigail de Carmel, mujer de Nabal; el tercero, Absalón, hijo de Maacá, hija de Talmai, rey de Gesur; 4el cuarto, Adonías, hijo de Hagit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital; 5el sexto, Itream, de Eglá, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.

Abner se pasa a David

6Mientras duraba la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se hizo poderoso en la casa de Saúl. 7Saúl había tenido una concubina que se llamaba Resfá, hija de Ayá; y dijo (Isbóset) a Abner: “¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?” 8
8. Lo que Abner alega es más bien pretexto, pues bien sabía que la causa de Isbóset estaba perdida. Este, el único hijo sobreviviente de Saúl, era tan débil, que prácticamente el ambicioso general tenía en sus manos las riendas del gobierno.
Abner se irritó mucho por las palabras de Isbóset, y le dijo: “¿Soy yo acaso una cabeza de perro de Judá? Hoy todavía sigo haciendo favores a la casa de Saúl tu padre, a sus hermanos y a sus amigos, y no te he entregado en manos de David; ¿y tú me haces hoy reproches por causa de esa mujer?
9Esto haga Dios a Abner, y aun esotro si yo no hago para con David, según lo que le ha jurado Yahvé (prometiéndole) 10que quitaría el reino a la casa de Saúl, para establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Bersabee.” 11Y el no pudo responder a Abner, porque le temía.

12Luego envió Abner mensajeros que de su parte dijesen a David: “¿De quién es el país? Haz, pues, tú alianza conmigo, y he aquí que mi mano te ayudará para hacer que se vuelva a ti todo Israel.” 13
13. Micol: hija de Saúl, la primera esposa de, David. El regreso de Micol a David le daría a este más influencia sobre las tribus que todavía estaban de parte del hijo de Saúl; porque con ello podía presentarse como yerno de Saúl y continuador de su casa. Cf. I Reyes 18, 28; II Reyes 6, 16.
Respondió: “Bueno, yo haré alianza contigo; pero una cosa te exijo, y es, que no verás mi rostro sin traer a Micol, hija de Saúl, cuando vengas a ver mi rostro.”
14Y envió David mensajeros a Isbóset, hijo de Saúl, diciendo: “Restitúyeme mi mujer Micol, la que desposé conmigo por cien prepucios de filisteos.” 15Envió, pues, Isbóset a quitársela a su marido Faltiel, hijo de Laís. 16Y la acompañó su marido, andando y llorando en pos de ella, hasta Bahurim, donde Abner le dijo: “¡Anda, vuélvete!” Y se volvió. 17Entretanto habló Abner con los ancianos de Israel; diciendo: “Hace ya mucho tiempo que deseáis tener a David por rey sobre vosotros. 18Hacedlo, pues, ahora, porque así ha dicho Yahvé a David: «Por mano de mi siervo David salvaré a Israel mi pueblo, de las manos de los filisteos y de todos sus enemigos».” 19Abner habló también a los de Benjamín. Y luego fue Abner a Hebrón a comunicar a David todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.

Abner asesinado por Joab

20Vino Abner a David, a Hebrón, y con él veinte hombres. Y David dio un banquete a Abner y a los hombres que le acompañaban. 21Después dijo Abner a David: “Me levantaré y partiré, para reunir a todo Israel con mi señor el rey; ellos harán alianza contigo y tú podrás reinar sobre cuanto desee tu alma.” Luego David despidió a Abner, el cual se marchó en paz.

22En esto vinieron los siervos de David y Joab, de vuelta de una correría, trayendo consigo grandes despojos. —Abner no se hallaba más en Hebrón con David, porque este le había despedido ya y él se había ido en paz—. 23Cuando Joab y toda la tropa que con él estaba entraron, le dieron a Joab esta noticia: “Vino Abner, hijo de Ner, al rey, y este le ha despedido, y él se ha ido en paz.” 24
24. Cf. 2, 17-30. Joab guardaba rencor a Abner, el cual había quitado la vida a su hermano Asael; sin embargo no tenía derecho a vengarse, pues Asael murió en el campo de batalla.
Entonces Joab llegado al rey le dijo: “¿Qué has hecho? He aquí que Abner vino a ti. ¿Por qué le despediste de modo que ha podido irse en paz?
25¿Tú conoces a Abner, hijo de Ner, el cual ha venido a engañarte y a espiar tus actividades y averiguar cuánto haces?”

26Salió Joab de la presencia de David, y sin que este lo supiera, envió mensajeros tras Abner, los cuales le hicieron volver desde el pozo de Sirá. 27
27. El asesinato se hizo en la puerta de la ciudad y alevosamente, por lo cual David estaba obligado a castigar al asesino. Si no lo hizo inmediatamente, fue por temor a Joab, pero lo maldijo, postergando el castigo. Véase III Reyes 2, 5.
Vuelto Abner a Hebrón, le llamó Joab aparte al interior de la puerta como para hablar con él en secreto; y allí le hirió en el vientre, para vengar la sangre de su hermano Asael. Y Abner murió.
28Cuando después lo supo David, dijo: “Yo y mi reino somos eternamente inocentes, delante de Yahvé, de la sangre de Abner, hijo de Ner. 29
29. Ni quien se sostenga sobre muleta: Vulgata: ni quien maneje el huso; trabajo propio de las mujeres. Es decir que la descendencia de Joab será débil y sin visor, todo lo contrario de lo que Joab deseaba. Cf. Hummelauer, Comentario a los Libros de Samuel.
¡Caiga (su sangre) sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre! ¡No falte jamás en la casa de Joab quien padezca de flujo, ni leproso, ni quien se sostenga sobre muleta, ni quien caiga a cuchillo, ni quien carezca de pan!”
30Así Joab y Abisai, su hermano, mataron a Abner, porque este había muerto a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.

Duelo de David por Abner

31David dijo a Joab y a todo el pueblo que había con él: “¡Rasgaos los vestidos, ceñíos de saco, y haced duelo por Abner!” Y el rey David iba detrás del féretro. 32Sepultaron a Abner en Hebrón, y el rey, levantando la voz, lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró todo el pueblo. 33
33 s. Esta elegía vibrante sobre la muerte de Abner abrió a muchos los ojos y le ganó a David nuevos partidarios. Todo el pueblo pudo convencerse de que el rey no se dejaba guiar por el rencor contra sus enemigos de ayer.
El rey entonó también una elegía por Abner y dijo:

“Cual muere un insensato

¡así había de morir Abner!

34Tus manos nunca estaban atadas,

ni encadenados con grillos tus pies:

Caíste como quien cae por manos de malvados.”

Y todo el pueblo continuó llorando por él.
35Acercose todo el pueblo para invitar a David a que comiese pan, siendo aún de día; mas juró David, diciendo: “¡Esto haga Dios conmigo, y otras cosas más, si antes de la puesta del sol probare yo pan u otra cosa alguna!” 36Todo el pueblo observaba esto, y le agradó, como todo cuanto hacía el rey parecía bien a todo el pueblo. 37En aquel día conoció todo el pueblo y todo Israel que el asesinato de Abner, hijo de Ner, no fue por obra del rey. 38Dijo también el rey a sus siervos: “¿No sabéis que un príncipe, uno de los grandes ha caído hoy en Israel? 39
39. Este versículo contiene una tremenda imprecación contra los hijos de Sarvia (Joab y su hermano Abisai).
Yo soy hoy todavía débil, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. ¡Que Yahvé pague al que hace mal, conforme a su maldad!”
Copyright information for SpaPlatense