Daniel 11
El rey persa vencido por el griego
1 ▼▼1. Este versículo cierra el capítulo anterior, porque el que habla es el interlocutor de 10, 21. Lo que sigue se lee como un resumen de la historia de los Seléucidas y Ptolomeos y sus injerencias en Palestina, por lo cual los críticos racionalistas niegan el carácter profético de este capítulo y lo atribuyen a un escritor posterior.
El año primero de Darío el medo, estuve yo allí para ayudarle y fortalecerle. 2 ▼▼2. Los tres reyes son, según unos, Cambises, Seudo-Smerdis y Darío Histaspes; según otros, Ciro, Cambises y Darío I, El cuarto es Jerjes, de cuyas inmensas riquezas nos dan cuenta los historiadores antiguos. Jerjes movilizó todas sus fuerzas para invadir a Grecia (480 a. C.).
Y ahora voy a anunciarte la verdad: He aquí que habrá todavía tres reyes en Persia, y el cuarto será mucho más rico que todos los (otros), y cuando se haya hecho fuerte por medio de sus riquezas, incitará a todos contra el reino de Grecia. 3 ▼▼3 s. El rey poderoso es Alejandro Magno, que en el capítulo 8 es comparado al cuerno grande del macho cabrío. Alejandro murió en el año 323 a la edad de treinta y tres años, y su reino no pasó a sus descendientes sino que fue dividido entre sus generales. A partir del versículo 4 la profecía se ocupa solamente de dos de los reinos sucesores de Alejandro: Siria, el reino de los Seléucidas, y Egipto, el reino de los Ptolomeos.
Pero se levantará un rey poderoso, que reinará con gran poder y hará cuanto quiera. 4Mas apenas establecido, será deshecho su reino y repartido hacia los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes, y no con el poder que él había tenido; porque quedará hecho trozos su reino, que pasará a otros y no a aquellos. Guerra entre los reyes del mediodía y del norte
5 ▼▼5. El rey del mediodía: Ptolomeo I Lasos, rey de Egipto (323-28S) y fundador de la dinastía de los Ptolomeos. Uno de sus príncipes: Seleuco I Nicator (323-280), fundador de la dinastía de los Seléucidas, reyes de Siria, a los cuales pertenecía también Babilonia y Persia, el núcleo principal del inmenso imperio que fue formando Alejandro Magno con sus innumerables conquistas.
El rey del mediodía vendrá a ser fuerte, y también uno de sus príncipes, el cual se hará más fuerte que él y dominará, y su dominio será dominio grande. 6 ▼▼6. No podrá conservar la fuerza del brazo, etc. El final del versículo ha sido traducido de diversas maneras. Se refiere a Ptolomeo II Filadelfo, rey de Egipto (285-246) que casó a su hija Berenice con Antíoco II, rey del norte, o sea, rey de Siria (261-246), pero Laodice, la esposa legítima de Antíoco, envenenó a este y mató a Berenice junto con su hijo.
Al cabo de años se concertará una alianza, y la hija del rey del mediodía vendrá al rey del norte para establecer la paz, pero ella no podrá conservar la fuerza del brazo, porque ya no existirá su estirpe; pues será entregada ella, y los que la trajeron, y el padre, y el que en otros tiempos había sido su sostén. 7 ▼▼7 ss. Ptolomeo III Euergetes (246-221), hermano de Berenice, declaró la guerra a Seleuco Calínico, rey de Siria (241-226) y lo derrotó. Los hijos de Seleuco se volvieron contra Egipto, penetrando hasta Rafia en la frontera de Palestina y Egipto, mas el rey de Egipto aniquiló su ejército el año 217 en la batalla de Rafia (versículo 11).
En su lugar se levantará uno de los renuevos de sus raíces, el cual vendrá con un ejército y entrará en la fortaleza del rey del norte; luchará contra ellos y vencerá. 8Los dioses de ellos, sus imágenes de fundición, y sus objetos preciosos de plata y de oro, los llevará al cautiverio, a Egipto, y prevalecerá algunos años sobre el rey del norte. 9Pero (este) entrará en el reino del rey del mediodía, y (después) volverá a su tierra. 10Tras lo cual sus hijos prepararán la guerra y juntarán una gran multitud de tropas; y (uno de ellos) vendrá como una inundación y pasará adelante; luego vendrá de nuevo, y llevará la guerra hasta la fortaleza. 11El rey del mediodía se enfurecerá y saldrá y peleará contra él, contra el rey del norte; movilizará una gran multitud y las tropas del (rey del norte) serán entregadas en sus manos. 12Se llevará gran número (de prisioneros), con lo cual se ensoberbecerá su corazón, hará perecer a millares pero no prevalecerá. 13Pues el rey del norte volverá a levantar un ejército mayor que el primero; y al fin de algunos años vendrá con grandes fuerzas y muchos pertrechos. 14 ▼▼14. Hombres violentos (La Vulgata: hijos de los transgresores): son aquellos judíos que se adhirieron a los sirios y a sus ritos paganos. Véase 8, 23 y nota.
En aquellos tiempos muchos se levantarán contra el rey del mediodía; se alzarán también hombres violentos de tu pueblo para cumplir la visión y caerán. 15 ▼▼15. Ese rey del norte es Antíoco III Magno, rey de Siria (222- 187), el cual derrotó al general egipcio Scopas en Paneas cerca de las fuentes del Jordán, y se apoderó de Sidón, ciudad de Fenicia, que estaba bajo el poder del rey del mediodía (Egipto).
El rey del norte vendrá, y levantará terraplenes, tomará la ciudad fuerte y no podrán resistir las fuerzas del mediodía, ni sus tropas escogidas; pues no tendrán fuerza para nacerle frente. 16 ▼▼16. La tierra hermosa: Así es llamado con énfasis el país de los judíos. Véase versículo 41; 8, 9 y nota; Jeremías 3, 19; Ezequiel 20, 6 y 15.
Por lo cual el invasor hará contra él lo que quiera, pues no habrá quien pueda oponérsele, y se establecerá en la tierra hermosa, llevando en su mano la destrucción. 17 ▼▼17 ss. Antíoco Magno casó su hija Cleopatra con Ptolomeo V de Egipto (204-181), con el fin de apoderarse de Egipto con la ayuda de ella, pero Cleopatra se puso de parte de su marido. Mientras tanto Antíoco conquistó algunas islas del Mediterráneo y países de la costa del Asia Menor, hasta que fue vencido por el romano Scipión en la batalla de Magnesia en 190 a. C. Caerá (versículo 19): Antíoco fue matado en un tumulto del año 187.
Se propondrá marchar (contra el otro) con el poderío de todo su reino, pero hará con él un convenio y le dará una hija para arruinarlo, mas esto no se cumplirá, ni tendrá éxito. 18Entonces volverá su rostro hacia las islas, y se apoderará de muchas; pero un caudillo pondrá fin a su afrenta y hará recaer sobre él su oprobio. 19Luego se dirigirá hacia las fortalezas de su propio país; pero tropezará y caerá, y no será más hallado. 20 ▼▼20. La (tierra) más magnifica: Palestina. Cf. nota 16. Será quebrantado, etc. Se refiere a Seleuco IV Filopator, rey de Siria (187-175), que envió a Heliodoro para robar los tesoros del Templo de Jerusalén (véase II Macabeos 3, 1 ss.). Ese rey murió no en contienda ni en batalla, sino envenenado por el mismo Heliodoro.
El que le sucederá enviará un exactor a la (tierra) más magnífica del reino; pero al cabo de pocos días será quebrantado, no en contienda ni en batalla. Un rey impío en el trono
21 ▼▼21 ss. El hombre despreciable es Antíoco IV Epífanes (175-164) que usurpó el trono con ardid y violencia contra el sucesor legítimo Demetrio (versículo 22). El príncipe de la Alianza (versículo 22): el Sumo Sacerdote Onías III, destituido injustamente por Antíoco (cf. II Macabeos 4, 1 y 33).
Surgirá en su lugar un hombre despreciable sin que se le haya dado la dignidad real. Vendrá secretamente y se apoderará del reino por medio de intrigas. 22Delante de él quedarán sumergidos ejércitos (tan numerosos como) una inundación, y serán deshechos, así como también el príncipe de la Alianza. 23 ▼▼23 s. Alusión a las exitosas expediciones de Antíoco Epífanes contra Egipto, cuyo rey Ptolomeo VI Filometor (181-145) traicionado por sus propios consejeros (versículo 26), fue vencido en la batalla de Pelusio.
No obstante el pacto hecho con él, obrará con dolo; subirá y vencerá con poca gente. 24En plena paz invadirá la provincia más pingüe y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres. Distribuirá entre los (suyos) botín, despojos y riquezas, y trazará sus planes contra las fortalezas, pero (solo) por algún tiempo. 25Luego dirigirá su poder y su corazón contra el rey del mediodía, al frente de un gran ejército. El rey del mediodía se empeñará en la guerra con un ejército sumamente grande y fuerte; pero no podrá resistir, pues tramarán contra él intrigas. 26Los que comen de sus manjares delicados le quebrantarán, su ejército se dispersará, cayendo muchos traspasados. 27 ▼▼27. Dirán mutuamente mentiras. En este punto la humanidad no ha mejorado. La mentira sigue ocupando un lugar preferido en las negociaciones internacionales.
Estos dos reyes pensarán en su corazón cómo hacerse daño. Sentados en la misma mesa se dirán mutuamente mentiras, sin lograr éxito; porque todavía no habrá llegado el tiempo determinado. 28 ▼▼28. La Alianza santa: el pueblo teocrático, Jerusalén y el Templo. De vuelta de Egipto, Antíoco saqueó el Templo (I Macabeos 1, 21 ss.; II Macabeos 5, 11 ss.).
Volverá a su tierra con grandes riquezas; pero su corazón (maquinará) contra la Alianza santa. Obrará y volverá a su país. 29 ▼▼29. Esta expedición de Antíoco contra Egipto fue contrarrestada por los romanos. En su regreso de Egipto el rey impío se entrevistó en Jerusalén con muchos judíos apóstatas.
Al tiempo determinado se dirigirá de nuevo contra el mediodía, pero esta última vez no pasará lo que en la primera. 30 ▼▼30. Naves de Kitim: Alusión a los Romanos, por lo cual San Jerónimo traduce galeras y Romanos. Kitim significa la isla de Chipre, y en sentido más amplio, los pueblos de Occidente. Los que abandonaron, etc.: los judíos apóstatas. Véase versículo 14 y nota.
Pues vendrán contra él las naves de Kitim; y descorazonado regresará; se irritará contra la Alianza santa; obrará y volverá, y se entenderá con los que abandonaron la Alianza santa. Opresión de los judíos y de su religión
31 ▼▼31. Tropas: son las tropas que Antíoco puso como guarnición en Jerusalén (I Macabeos 1, 35). El Santuario de la fortaleza: el Templo de Jerusalén. La abominación es el culto idolátrico, pues Antíoco erigió en el Templo una estatua de Júpiter (I Macabeos 1, 57). Véase 9, 27 y nota. Cf. Mateo 24, 15 y nota.
Sus tropas vendrán y profanarán el Santuario de la Fortaleza; harán cesar el sacrificio perpetuo y pondrán allí la abominación del devastador. 32 ▼▼32 ss. Esta profecía se refiere a los Macabeos, especialmente a Matatías y sus hijos que, apoyados por algunos pocos (cf. versículo 34) lucharon contra Antíoco en defensa de la Ley de Dios. Los sabios (versículo 33) son probablemente los “hasidim”, que significa “los piadosos”. Así se llamaba aquel sector del pueblo judío que se mantenía fiel a la Ley (I Macabeos 2, 42) y en cuyo seno había de gestarse en adelante la secta de los fariseos. Se unirán a ellos hipócritamente (versículo 34): Se refiere a aquellos tímidos que se adhirieron al Macabeo solamente porque temían su severidad.
Por medio de halagos inducirá a la apostasía a los violadores de la Alianza, pero el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá firme y activo. 33Los sabios del pueblo instruirán a muchos; pero caerán por un tiempo, víctimas de la espada, de las llamas, del cautiverio y del saqueo. 34Al ser abatidos tendrán un pequeño socorro, y muchos se unirán a ellos hipócritamente. 35Por eso algunos de los sabios tropezarán, para que sean probados y purificados y blanqueados hasta el tiempo del fin; pues no habrá llegado aún el tiempo determinado. 36 ▼▼36. Se engrandecerá sobre todo dios: “La manía antirreligiosa de Antíoco de que aquí se habla no se mostró solo en la persecución del culto judío, sino en su olvido del dios tradicional en su familia, Apolo, a quien sustituyó por Júpiter. A él dedicó el Templo de Jerusalén bajo el apellido de Olímpico” (Nácar-Colunga). Cf. II Tesalonicenses 2, 3 y nota. Hasta que se cumpla: Antíoco podrá ejercer su poder contra el pueblo judío solamente como instrumento de la ira de Dios y hasta que se apacigüe la indignación divina que permitía la opresión de los judíos como castigo de la apostasía.
Aquel rey hará lo que quiera, se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios. Hablará cosas espantosas contra el Dios de los dioses, y prosperará hasta que se cumpla la ira; porque lo decretado ha de cumplirse. 37 ▼▼37. No respetará... a la (divinidad) predilecta de las mujeres (Vulgata: será codiciador de mujeres): Por esta divinidad se puede entender a Tammuz (Adonis), el dios favorecido por las mujeres (cf. Ezequiel 8, 14) o, tal vez, a Astarté, cuyo templo saqueó Antíoco (I Macabeos 6, 1 ss.). Así lo explica San Efrén. Quiere decir que Antíoco despreciará a los dioses de su propio país, lo cual sería el colmo de la impiedad (cf. nota 36).
No respetará a los dioses de sus padres, ni tampoco a la (divinidad) predilecta de las mujeres. No hará caso de ningún dios; pues sobre todos ellos se ensalzará. 38 ▼▼38. Al dios de las fortalezas: La Vulgata conserva la palabra hebrea Maosim que significa “fortalezas”. El nombre “Dios de las fortalezas” se da aquí a Júpiter Capitolino de Roma, cuyo culto introdujo Antíoco en su reino y para cuyo templo mandó numerosos regalos a Roma (Tito Livio 41, 20; 42, 6). Otros expositores ven en Maosim al dios romano Marte.
Venerará, en su lugar, al dios de las fortalezas, dios que no conocieron sus padres. Lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con joyas. 39Con ese dios extraño atacará los baluartes de las fortalezas. A quienes le reconozcan los colmará de honores, les dará autoridad sobre muchos y les distribuirá tierras en recompensa. 40 ▼▼40. Esta nueva expedición de Antíoco contra Egipto es desconocida, “Por esto, la explicación mas razonable de estos versículos 40-45 es que el profeta, dejando la Historia y apoyándose en ella, salta desde el gran perseguidor del pueblo judío a otro perseguidor del fin de los tiempos, al Anticristo, que entonces vendrá a suscitar la última prueba del pueblo de Dios. Sería esto como el puente entre la época de Antíoco y la época final, que nos describe en el capítulo siguiente” (Nácar-Colunga).
Al tiempo final chocará con él el rey del mediodía, pero el rey del norte caerá sobre él como una tempestad, con carros y gente de a caballo y muchas naves; invadirá las tierras y pasará como una inundación. 41 ▼▼41. La tierra hermosa es el país de los judíos. Véase versículo 16 y nota.
Invadirá también la tierra hermosa; y muchos caerán; pero escaparán de su mano Edom y Moab y la parte principal de los hijos de Ammón. 42Y extenderá su mano contra (otros) países, y no se salvará la tierra de Egipto. 43Se hará dueño de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los libios y los etíopes le seguirán. 44 ▼▼44. Rumores desde el oriente y el norte: Aquí hay una alusión a la revuelta de los partos y de los armenios.
Pero le turbarán rumores desde el oriente y el norte; y saldrá con gran furor para destruir y exterminar a muchos. 45 ▼▼45. Entre los mares: entre el Mar Mediterráneo y el Mar Muerto, o sea en Judea. El glorioso y santo monte: el monte Sión. Antíoco murió en 164 a. C. al despojar el Templo de Elimais (I Macabeos 6, 1 ss.). Muchos aplican al Anticristo lo que aquí se dice en los versículos 40-45. En todo caso Antíoco puede tomarse como figura de aquel. Cf. 7, 8 y nota.
Y plantará los pabellones reales entre los mares contra el glorioso y santo monte. Luego llegará a su fin; y no habrá quien le preste socorro.
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