Exodus 29
La consagración de los sacerdotes
1“Para consagrar a los sacerdotes míos, has de proceder con ellos de esta manera: Toma un novillo y dos carneros sin tacha, 2y panes ácimos y tortas sin levadura amasadas con aceite, como también galletas sin levadura, untadas con aceite. De flor de harina de trigo los harás. 3Y los pondrás en un canasto, y los presentarás en el canasto junto con el novillo y los dos carneros. 4 ▼▼4. Los lavarás con agua, lo cual significa simbólicamente la regeneración (cf. Tito 3, 5). Cristo, cuyo tipo era Aarón, no necesitaba ningún lavado para purificación, aunque se sometió al bautismo de Juan porque quiso cumplir lo que estaba prefigurado en Aarón, y sobre todo porque había tomado sobre si nuestros pecados (cf. II Corintios 5, 21; Gálatas 1, 4; I Pedro 2, 24).
Luego harás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, donde los lavarás con agua. 5Tomarás después las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, que ceñirás con la cinta del efod. 6 ▼▼6. La diadema de santidad, en la cual estaban grabadas las palabras “Santidad a Yahvé”. Cf. 28, 36 y nota.
Pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra colocarás la diadema de santidad. 7 ▼▼7. De ahí que la Iglesia use también el óleo en la ordenación de los sacerdotes. Nótese que Moisés, sin ser sacerdote, consagra a Aarón. Lo hizo por orden de Dios.
Entonces tomarás el óleo de la unción, se lo derramarás sobre la cabeza y así lo ungirás. 8Harás igualmente que se lleguen sus hijos y los vestirás con túnicas; 9 ▼▼9. Por ley perpetua, en el sentido de que había de durar hasta la derogación de la Ley Antigua, o sea porque el sacerdocio judío era figura del sacerdocio eterno de Jesucristo. Cf. 28, 43 y nota; Hebreos capítulos 7-10.
y ceñirás a Aarón y a sus hijos los cinturones y les sujetarás las tiaras. A ellos les corresponderá el sacerdocio por ley perpetua. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos. 10 ▼▼10. Poner las manos sobre la víctima significaba cargar sobre ella los pecados y ofrecerla a Dios en expiación de las culpas propias. Se cree que con esta ceremonia se hacía la confesión de los pecados.
El novillo lo llevarás ante el Tabernáculo de la Reunión, y Aarón y sus hijos pondrán las manos sobre la cabeza del novillo. 11Luego degollarás el novillo delante de Yahvé, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. 12Y tomando de la sangre del novillo la pondrás con tu dedo sobre los cuernos del altar, y derramarás toda la sangre al pie del altar. 13Saca todo el sebo que cubre las entrañas, la redecilla del hígado, y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el altar. 14Mas la carne del novillo, con su piel y sus excrementos, la quemarás fuera del campamento. Es sacrificio por el pecado.” 15“Después tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán las manos sobre la cabeza del carnero. 16Degollado el carnero tomarás de su sangre y rociarás con ella el altar todo en derredor. 17Luego descuartizarás el carnero, lavarás sus entrañas y sus piernas, las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza, 18 ▼▼18. Quemar la víctima en holocausto , es símbolo de la completa entrega a Dios y a la vez reconocimiento de su absoluto dominio sobre todas las creaturas. Olor grato, porque era figura del Cordero Jesús, en quien el Padre tiene puestas todas sus complacencias (Ef. 5, 2).
y quemarás todo el carnero en el altar. Es holocausto a Yahvé, olor grato, sacrificio consumido por el fuego en honor de Yahvé. 19Tomarás también el segundo carnero, y Aarón y sus hijos pondrán las manos sobre la cabeza del carnero. 20Y degollado este carnero, tomarás de su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, y derramarás la sangre (restante) alrededor del altar. 21Toma luego de la sangre que habrá sobre el altar, y del óleo de la unción, para rociar a Aarón y sus vestiduras, sus hijos y las vestiduras de sus hijos juntamente con él. Así quedarán consagrados él y sus vestiduras, y con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos. 22Toma después de este carnero el sebo: la cola, el sebo que cubre las entrañas, la redecilla del hígado, los dos riñones con el sebo que los envuelve, y la pierna derecha, porque es carnero de consagración. 23Toma también un pan, una torta de pan de aceite y una galleta del canasto de los ácimos que está delante de Yahvé.” 24 ▼▼24 ss. Lo mecerás: otra traducción: los mecerás, o los agitarás. Cf. v. 26. El texto habla en v. 27 de la “pierna de la elevación”, o pierna alzada, para expresar que las ofrendas se mecían con las manos hacia arriba y abajo y hacia los cuatro vientos. La ceremonia muestra a las claras que la función principal de los sacerdotes consistía en levantar las ofrendas a la presencia del Señor. La antigua interpretación judía entiende la elevación en el sentido de que Moisés, con sus manos puestas debajo de las manos de los nuevos sacerdotes, las haya mecido, presentando así a Dios los sacerdotes mismos como ofrenda.
“Todo eso pondrás sobre las palmas de las manos de Aarón y de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahvé. 25Después lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar encima del holocausto como olor grato a Yahvé. Es un sacrificio a fuego en honor de Yahvé. 26Tomarás también el pecho del carnero degollado en la consagración de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahvé; esa será tu porción. 27Así santificarás el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la elevación, es decir, aquellas partes del carnero de la consagración que han sido mecidas y elevadas y pertenecen a Aarón y a sus hijos; 28y serán de Aarón y de sus hijos, como porción legal perpetua, de parte de los hijos de Israel; porque es ofrenda de elevación; y esa ofrenda de elevación han de dársela los hijos de Israel en sus sacrificios pacíficos como ofrenda alzada en honor de Yahvé.” 29 ▼▼29. Después de él para sus hijos: No se conoce con exactitud el rito de la consagración de los sacerdotes posteriores a los tiempos de Moisés. Sin embargo, es cierto que en el periodo anterior al cautiverio babilónico se ungía a cada Sumo Sacerdote y se le imponían las vestiduras pontificias (Levítico 21, 10; Números 20, 26-28). Después del cautiverio no se los ungía más; simplemente tenían que ponerse las vestiduras pontificales y ofrecer un sacrificio (Steinmueller, Introducción, p. 335).
“Las vestiduras sagradas de Aarón serán después de él para sus hijos. Con ellas serán ungidos y con ellas serán consagrados. 30Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que sea sacerdote en su lugar y entre en el Tabernáculo de la Reunión para servir en el Santuario. 31Después tomaras el carnero de la consagración y cocerás su carne en lugar sagrado; 32y Aarón y sus hijos comerán a la entrada del Tabernáculo de la Reunión la carne del carnero y el pan que estará en el canasto. 33 ▼▼33. Para su expiación: La voz hebrea “expiar” significa literalmente “cubrir (los pecados)”. Cf. Salmo 31, 1, donde el Salmista felicita al hombre a quien se cubrió el pecado. San Pablo, que cita al Salmista en Romanos 4, 7, lo interpreta diciendo que todos hemos sido justificados “mediante la Redención que es por Cristo Jesús, a quien Dios puso como instrumento de propiciación, por medio de la fe en su sangre, para que aparezca la justicia suya, por haberse disimulado los anteriores pecados en la paciencia de Dios” (Romanos 3, 24-26). Dios “cubre” borrando.
Comerán aquello que ha servido para su expiación, al consagrarlos y santificarlos; pero ningún extraño coma de ellas, porque son cosas santas. 34Si sobrare algo de la carne de la consagración o del pan hasta el día siguiente, quemaras el resto; no ha de comerse, porque es cosa santa.” 35“Harás, pues, con Aarón y con sus hijos de esta manera, según todo lo que te he mandado. Durante siete días los consagrarás. 36Cada día ofrecerás un novillo como sacrificio por el pecado, para expiación; y purificarás el altar mediante esta expiación, y lo ungirás para santificarlo. 37Por siete días harás la expiación del altar, y lo santificarás, y será el altar cosa sacratísima; todo cuanto toque el altar quedará santificado.” El sacrificio perpetuo
38“He aquí lo que has de ofrecer sobre el altar: dos corderos primales cada día perpetuamente. 39Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero lo ofrecerás entre las dos tardes; 40 ▼▼40. La décima parte (de un efa), o sea, 3,6 litros. El hin era la sexta parte del efa.
y con el primer cordero la décima parte (de un efa) de flor de harina amasada con un cuarto de hin de aceite de oliva majada, y para libación un cuarto de hin de vino. 41 ▼▼41. Entre las dos tardes: modismo hebreo que señala el intervalo de media luz entre, la puesta del sol y la oscuridad.
El otro cordero lo ofrecerás entre las dos tardes, con la misma ofrenda como a la mañana y con la misma libación, como olor grato, sacrificio a fuego en honor de Yahvé; 42en holocausto perpetuo, durante vuestras generaciones, ante Yahvé, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, donde me encontraré con vosotros, para hablar allí contigo. 43Allí me reuniré con los hijos de Israel y (el lugar) será consagrado por mi gloria. 44Consagraré el Tabernáculo de la Reunión y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes. 45 ▼▼45. Cf. 19, 5 s. y nota. “Esta presencia de Yahvé en medio de su pueblo de que tanto habló la Ley es de la mayor importancia en la religión mosaica y recibe en los Profetas y en los Salmos una explicación mesiánica, que luego completan los apóstoles con la explicación de los más altos misterios de la revelación evangélica (Éxodo 25, 8; Levítico 26, 12; III Reyes 8, 27 ss.; Jeremías 7, 3, 7; Ezequiel 45, 7, 9; Zacarías 2, 41; 8, 3; Romanos 8, 9; II Corintios 6, 16; II Timoteo 1, 14; Apocalipsis 21, 3; Juan 1, 14)” (Nácar- Colunga).
Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y seré su Dios. 46Y reconocerán que Yo soy Yahvé, su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar entre ellos, Yo, Yahvé, su Dios.”
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