‏ Ezekiel 38

Profecía contra Gog y Magog

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1. Como indica Nácar-Colunga, los dos capítulos que siguen tienen alcance escatológico: “Israel mora tranquilo en su tierra, sin temor de enemigos. De las regiones del aquilón llega una invasión feroz de pueblos desconocidos los cuales atraídos por la facilidad de la presa que les ofrece Israel, recién restaurado, pretenden acabar con él. Pero el Señor interviene en defensa de su pueblo, y echa la discordia sobre los invasores, que unos a otros se destrozan.”
Me fue dirigida la palabra de Yahvé en estos términos:
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2. Gog es nombre misterioso, tal vez de origen sumerio. En este caso significaría tinieblas. Magog (en sumerio: país de Gog) se menciona en Génesis 10, 2 como hijo de Jafet. Según Flavio Josefo: los escitas. Ambos nombres han llegado a ser tipos de los reinos anticristianos (véase Apocalipsis 20, 7). Rosch o Ros (la Vulgata traduce etimológicamente Cabeza) correspondería al actual nombre “Rusia”, lo que geográficamente cuadra bien, y así se admite generalmente, de acuerdo con los historiadores bizantinos y árabes que sitúan ese pueblo a orillas del Volga. Mósoc y Tubal (cf. 27, 13; 32, 26 y notas). Algunos ven en estos nombres Moscú y Tobolsk. Otros atribuyen a esos pueblos habitación en el Cáucaso, entre el Mar Caspio y el Mar Negro.
“Hijo de hombre, dirige tu rostro contra Gog, la tierra de Magog, príncipe de Rosch, Mósoc y Tubal; y profetiza contra él.
3Dirás: Así dice Yahvé, el Señor: Heme aquí contra ti, oh Gog, príncipe de Rosch, Mósoc y Tubal. 4Yo te haré dar vueltas y pondré garfios en tus quijadas; te sacaré fuera, juntamente con tu ejército, caballos y jinetes, todos magníficamente armados, un gentío inmenso, que llevan paveses y escudos y todos manejan la espada. 5Persas, etíopes y libios estarán con ellos, todos con escudos y yelmos. 6
6. Gómer son los cimerios que habitaban en las orillas del Mar Negro. Sobre Togormá véase 27, 14.
Gómer y todas sus tropas, la casa de Togormá, (y los) de las partes extremas del norte, con todas su tropas, muchos pueblos serán tus aliados.
7¡Aparéjate y prepárate, tú y todo tu gentío, reunido en derredor de ti; sé tú su jefe!

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8. Al cabo de muchos días: Dios conserva a Gog y sus auxiliares como instrumento especial para los últimos tiempos (versículo 16 s.). Fillion expresa en su nota introductoria al capítulo 38 que el lugar que esta profecía ocupa en el libro de Ezequiel, y algunos textos como el presente y el versículo 11, “muestran que concierne a una época posterior al restablecimiento de Israel”. En cambio Scío considera que se trata de “todo el tiempo que correrá desde que la Judea fue asolada por Tito, hasta la venida del Anticristo”. Preferimos esta última opinión, pues, como veremos en 39, 26 y nota, Israel solo habitará tranquilamente después de la destrucción de Gog (véase Joel 2, 19 ss. y notas). Las palabras recogida de entre muchos pueblos, lo mismo que las del versículo 11, parecerían referirse a la feliz reunión de las doce tribus, tantas veces prometida (cf. 37, 23 y nota). Pero lo antes expuesto sobre la devastación que aquí sufre Israel, aparta de esa opinión, por lo cual piensan algunos que se trata aquí de la prueba final para purificar a Israel. Cf. Sofonías 2, 1 s.; Zacarías 13, 8 s.; Malaquías 3, 1 ss.; 2, 7; 4, 5. Hay quienes ven también este mismo anuncio en 22, 17 ss., y colocan entonces la misión final del profeta Elías. Véase Mateo 17, 11; Apocalipsis 11, 1-13.
Al cabo de muchos días recibirás el mando, y en los años postreros marcharás contra una nación salvada de la espada, recogida de entre muchos pueblos sobre las montañas de Israel, desoladas por muchísimo tiempo; (una nación) sacada de entre los pueblos y que habita toda entera en paz.
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9. Cf. Apocalipsis 20, 7 ss. y notas.
Te levantarás cual huracán y vendrás como nube para cubrir todo el país, tú y todas tus tropas y muchos pueblos contigo.
10Así dice Yahvé, el Señor: En aquel día trazarás planes en tu corazón y maquinarás un designio perverso. 11
11. Una tierra indefensa; literalmente: un país abierto. Cf. Zacarías 2, 4. Que viven en paz, es decir, sin tener miedo. Cf. Zacarías 12, 1 ss. y 14; Sofonías 3, 13. Sin tener cerrojos ni puertas. Así también la Iglesia o Jerusalén celestial “que es de arriba, libre, y esta es nuestra madre” (Gálatas 4, 26) y Esposa del Cordero (Apocalipsis 19, 6-9; 21, 9 s.) no tendrá muros, ni armas, ni puertas cerradas (Apocalipsis 21, 25). Véase en 44, 2 y 48, 35 y notas, algunos paralelismos y diferencias que distinguen a la Jerusalén celestial de la Jerusalén anunciada por los profetas.
Te dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que viven en paz y que habitan todas sin muros, y sin tener cerrojos ni puertas,
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12. De entre las naciones: Cf. 37, 21 y nota, Israel tuvo en Egipto un primer cautiverio que Dios lo anunció (Génesis 15, 13-16); un segundo en Babilonia, que también se le anunció, duraría 70 años (Jeremías 25, 11 s.). La dispersión general entre las naciones le fue igualmente anunciada en Deuteronomio 28, 64 ss., y su retorno en Deuteronomio 30, 3 ss.; Jeremías 23, 6-8, etc. Cf. Santiago 1, 1. El centro (literalmente el ombligo) de la tierra: Jerusalén, como centro espiritual del mundo, lugar de la gloria de Dios en el Antiguo Testamento, y cuna de la religión cristiana.
para depredar y saquear, para extender tu mano contra ruinas que recién han sido habitadas, y contra un pueblo recogido de entre las naciones, que se ha adquirido ganados y bienes y habita en el centro de la tierra.
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13. Sabá, Dedán y Tarsis, son representantes de los que tratan de comprar el botín que Gog va a hacer. Sabá y Dedán son regiones de Arabia. Tarsis, probablemente Tartessus (España).
Sabá y Dedán y los comerciantes de Tarsis, y todos los leoncillos, te dirán:

«¿Vienes acaso a depredar?

¿No reuniste tu gentío

para tomar botín,

para robar plata y oro,

para tomar ganados y bienes,

para llevarte grandes despojos?»

14Por eso, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así dice Yahvé, el Señor: En aquel día, cuando Israel mi pueblo habite en paz, tú lo sabrás; 15y vendrás de tu lugar, desde las partes más remotas del norte, tú y mucha gente contigo, todos a caballo, una gran muchedumbre y un ejército inmenso. 16Y subirás contra Israel, mi pueblo, como una nube que cubre la tierra. Esto será en los últimos días, y seré Yo quien te conduciré contra mi tierra, para que las naciones me conozcan cuando Yo manifieste mi santidad en ti, oh Gog, viéndolo ellos.

Derrota de Gog

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17. En aquel día se cumplirán las profecías sobre la lucha de las naciones contra el reino de Dios y la derrota de las mismas. Véase Isaías capítulos 24-27; Jeremías 30, 23 s.; Oseas 2, 18; Joel 3, 2 ss.; Miqueas 4, 11 ss.; Habacuc 3, 9 ss.; Sofonías 1, 14. De ahí que algunos vean aquí la gran batalla del Armagedón (Apocalipsis 16, 13-16; 17, 14; 19, 19).
Así dice Yahvé, el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé en tiempos antiguos por boca de mis siervos los profetas de Israel, que en aquel tiempo hablaron proféticamente de los años en que Yo te traería contra ellos?
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18. Reventará mi ira: No contra esa tierra, sino contra las naciones invasoras. La reciente edición vaticana del Salterio (nueva traducción latina según el original hebreo), refiere el Salmo 97 “a la magnífica victoria que Dios, sin ayuda de ninguna potestad humana, obtendrá en favor de su pueblo”, y hace notar que no se trata “de alguna victoria histórica, sino de aquella última con la que se incoará la edad mesiánica y de la cual tantas veces hablan los profetas”.
Aquel día, el día que invada Gog la tierra de Israel, dice Yahvé, el Señor, reventará mi ira y mi furor.
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19. En mis celos: Véase 36, 5 y nota, donde una vez más se pone de manifiesto el amor desbordante de Dios.
En mis celos y en el furor de mi ira declaro: En aquel día habrá un gran temblor en la tierra de Israel.
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20. Semejantes tribulaciones también se encuentran narradas en Mateo 24, 29; Lucas 21, 25; Apocalipsis 19, 11 ss.; Isaías 2, 10 ss., etc.
Temblarán ante Mí los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo, todos los reptiles que se arrastran sobre el suelo y todo hombre que vive sobre la faz de la tierra; y serán derribados los montes, se desmoronarán los peñascos y todos los muros se vendrán al suelo.
21Llamaré contra él la espada por todos mis montes, dice Yahvé, el Señor, y cada uno dirigirá la espada contra su hermano. 22
22. ¿Coincide esta profecía con la de Apocalipsis 20, 9? Los comentaristas no lo aclaran, ni están de acuerdo al respecto. Las coincidencias son muchas, pero hay también diferencias de consideración. Allí parece tratarse de una destrucción súbita, por un fuego del cielo (sin peste ni espada), de los ejércitos de todas las naciones, seducidas por Satanás (Apocalipsis 20, 8), que sería seguida por el encierro definitivo del Diablo en el lago de fuego y azufre, donde estaban también desde antes (Apocalipsis 19, 20) la bestia del mar y el falso profeta (Apocalipsis 20, 10), y luego, inmediatamente, por el juicio final (Apocalipsis 20, 11 ss.). Aquí, empero, se alude a muchos pueblos (versículo 9) cuyo caudillo Gog partirá del Norte (versículo 15); se habla de varios períodos de tiempo que seguirán a la derrota (39, 9-15) y se menciona una ciudad que sería construida entonces (39, 16). Además, se invita para una gran cena a los volátiles de toda especie y a todas las bestias del campo (39, 17-20), lo cual coincide con Apocalipsis 19, 17-21, y también se relata el efecto que ello tendrá sobre las naciones y sobre Israel (39, 21 ss.). De ahí que varios autores se inclinen más bien a ver aquí una profecía distinta de aquella, o a relacionarla con la gran batalla que mencionamos en la nota al versículo 17.
Le juzgaré con peste y sangre, y lloveré aguas de inundación, pedrisco, fuego y azufre sobre él, sobre sus huestes y sobre los numerosos pueblos que le acompañan.
23Así manifestaré mi gloria y mi santidad, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones; y sabrán que Yo soy Yahvé.
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