Genesis 14
Invasión de los reyes de Oriente
1 ▼▼1. El capítulo 14 es de singular importancia por los nombres y datos históricos en él contenidos. Amrafel podría ser el rey Hammurabi de Babilonia, del cual poseemos el famoso código penal que se conserva en el Louvre de París. Vivió alrededor del año 2000, o, según nuevas investigaciones, dos siglos más tarde, entre los años 1728-1686 a. C. “Administrador sagaz, de gran iniciativa, no solo abrió canales utilísimos para la hidrografía babilónica, y construyó célebres templos, sino que además legó muy especialmente su nombre a la reunión de leyes, conocidas bajo el título de Código de Hammurabi, que mandó redactar a ejemplo de las sumerias precedentes, para armonizar la legislación de las dos razas, semítica y sumeria” (Ricciotti, Hist. de Israel, núm. 4). “Arioc” o “Eriaku”, nombre sumerio que corresponde al nombre semítico de Waradsin, rey de Elasar (Larsa), antigua residencia de reyes. “Codorlaómer” sería en lengua elarmita “Kudurlagamar”, aunque el nombre mismo no se ha encontrado hasta ahora en documentos históricos. “Tidal” es idéntico con Tudalias, nombre de varios reyes hititas. Las cinco ciudades (Sodoma, Gomorra, Adamá, Gím y Segor) formaban la Pentápolis. Cf. Sabiduría 10, 6.
Aconteció que en los días de Amrafel, rey de Sínear; Arioc, rey de Elasar; Codorlaómer, rey de Elam, y Tidal, de Goím, 2hicieron guerra a Bera, rey de Sodoma; a Birsá, rey de Gomorra; a Sinab, rey de Adamá; a Seméber, rey de Seboím, y al rey de Bela, que es Segor. 3 ▼▼3. El Mar Salado es el Mar Muerto, cuyas aguas son especialmente salobres y espesas. Situado a 394 metros bajo el nivel común, es un testigo perenne del divino castigo de Sodoma. Véase capítulo 19.
Todos estos se juntaron en el valle de Siddim, que (ahora) es el Mar Salado. 4Doce años habían servido a Codorlaómer, mas el año decimotercero se rebelaron. 5 ▼▼5. Los refaítas o Refaím, vivían en la Transjordania y en un valle cerca de Jerusalén. Entre ellos se cuentan los susitas, los emeos y los eneceos o enakitas (cf. Deuteronomio 2, 10, 3, 11; Josué 17, 15; II Reyes 21, 16 ss. I Paralipómenos 20, 4 y notas). La arqueología ha descubierto sus sepulcros (dólmenes), desparramados en la región transjordánica por donde pasaron los reyes invasores.
Vinieron, pues, en el año decimocuarto Codorlaómer, y los reyes con él coaligados y derrotaron a los refaítas en Astarot-Carnaim, a los susitas en Ham, a los emeos en Savé-Cariataim, 6 ▼▼6 s. Los horreos u horritas, eran los pobladores del monte de Seír o Edom. Fueron exterminados por los edomitas (cf. 36, 20; Núm. 20, 4 ss; 21, 4; Deuteronomio 2, 12 y 22). Kades (v. 7), en el norte de la península del Sinaí, donde habitaban los “amalecitas”. “Hazazón-Tamar”, o sea Engaddí (II Paralipómenos 20, 2), situada en la costa occidental del Mar Muerto, donde vivía una tribu de los “amorreos” (canaanitas).
y a los horreos en sus montes en Seír, hasta El-Farán, que está junto al desierto. 7Y volviéndose vinieron a En-Mispar, que es Cades, y derrotaron todo el campo de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hazazón-Tamar. 8Salieron entonces el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adamá, y el rey de Seboím, y el rey de Bela, que es Segor, y ordenaron batalla contra ellos en el valle de Siddim; 9esto es, contra Codorlaómer, rey de Elam; Tidal, rey de Gím; Amrafel, rey de Sinear, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. 10Ahora bien, había en el valle de Siddim muchísimos pozos de betún; cuando huyeron los reyes de Sodoma y Gomorra cayeron en ellos. Los demás huyeron a la montaña. 11(Los invasores) se llevaron toda la hacienda de Sodoma y Gomorra y todos sus víveres y se marcharon. 12Se llevaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, y su hacienda, pues él habitaba en Sodoma, y se fueron. Abram derrota a los invasores
13 ▼▼13. Abram el hebreo: Aparece aquí, por primera vez en la historia, la palabra “hebreo”. Su origen y significado es oscuro. Abram lleva este nombre, o por ser descendiente de Eber (10, 25) o por haber venido de la otra parte (en hebreo “eber”) del Éufrates. El nombre parece ser idéntico con el de los Habiru de las tablas del Tell el Amarna.
Mas uno que escapó, fue a avisar a Abram el hebreo, el cual habitaba en el encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. 14 ▼▼14. Su hermano, en realidad sobrino (Véase v. 12). Entre los hebreos la palabra “hermano” significaba “pariente”. Cf. 13, 8 y nota. Dan: ciudad situada en el extremo norte de Palestina. El nombre es anticipado, porque en aquel tiempo la ciudad se llamaba Lais (cf. Jueces 18, 27 ss.).
Y como oyese Abram que su hermano había sido hecho prisionero, reclutó entre los siervos nacidos en su casa a los más adiestrados, en número de trescientos diez y ocho, y persiguió (a los invasores) hasta Dan. 15Y habiendo dividió su tropa (cayó) sobre ellos durante la noche, él y sus siervos, los derrotó y los persiguió hasta Hobá, que está a la izquierda de Damasco. 16Y recuperó toda la hacienda, y también a su hermano Lot con sus bienes; y asimismo a las mujeres y la gente. 17Cuando regresaba tras la derrota de Codorlaómer y de los reyes que con él estaba, le salió al encuentro el rey de Sodoma en el valle de Savé, que es el valle del Rey. El sacrificio de Melquisedec
18 ▼▼18. Melquisedec, rey de Salem (Jerusalén: cf. Salmo 75, 3 donde Jerusalén lleva este mismo nombre), bendice a Abrahán, recibe diezmos de su mano y ofrece pan y vino al Altísimo. Se refieren al misterioso rey-sacerdote el Salmo 109, 4 y San Pablo (Hebreos 7, 1 ss.) haciéndonos ver que Melquisedec, sacerdote y rey, es figura de Cristo, el sumo sacerdote y sumo rey, y que su sacrificio de pan y vino es figura del Sacrificio del Nuevo Testamento (véase el Canon de la Misa y Catecismo Romano II, 4, 78). Hasta los nombres prefiguran la misión de Cristo. Melquisedec significa “rey de justicia”, y Salem significa “paz”. Sobre este pasaje se han suscitado muchas discusiones entre los exégetas católicos y protestantes. Según los primeros, Melquisedec ofreció allí un sacrificio de pan y vino en honor a Dios, como figura profética del sacrificio incruento que hoy se ofrece en la misa (cf. Denz. 938), mientras que los segundos pretenden que simplemente trajo pan y vino para agasajar a Abrahán como huésped. El texto de la Vulgata favorece claramente la primera interpretación, pues dice: “ofreciendo pan y vino porque era sacerdote del Dios Altísimo”. La reciente edición de la Biblia italiana auspiciada por el Pontificio Instituto Bíblico, vierte Aportó pan y vino siendo sacerdote, etc. y pone la siguiente nota: “Aportó (explica San Juan Crisóstomo, Homilía 36 N° 4), para refacción de las tropas de Abrahán, el cual en consideración al sagrado carácter de Melquisedec, figura de Cristo (cf. Salmo 109, 4; Hebreos 7), aceptó los dones, figura de la Eucaristía, y en cambio dio al sacerdote la décima parte de todo el botín (v. 20). Es obvio que Melquisedec haya ofrecido primero esos dones según el uso, al Altísimo, de quien era sacerdote”.
Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios altísimo. 19Y le bendijo, diciendo “¡Bendito sea Abram del Dios altísimo, Señor del cielo y de la tierra! 20 ▼▼20. Le dio (Abram) el diezmo: San Pablo cita este pasaje en Hebreos 7, 4, para mostrar la superioridad del Sacerdocio de Cristo.
¡Y bendito sea el Dios altísimo, que puso tus enemigos en sus manos!” Y le dio (Abram) el diezmo de todo. 21 ▼▼21. Dame gente: es decir, los prisioneros rescatados en la batalla. La Vulgata dice: “Da mihi animas” que Scío traduce muy exactamente: “dame las personas”, pues, “alma” significa en hebreo vida, todo el hombre, persona. Sin embargo, muchos autores de libros ascéticos usan esta palabra en el sentido de alma, y la aplican al celo de los misioneros y predicadores. El Cardenal Gomá pregunta con razón “¿Vale el texto para ponderar el valor de un alma y significar el ardor del celo apostólico?” (La Biblia y la Predicación, pág. 268).
Dijo luego el rey de Sodoma a Abram: “Dame la gente, mas la hacienda tómala para ti.” 22Pero Abram dijo al rey de Sodoma: “Levanto mi mano (jurando) por Yahvé, Dios altísimo, Señor del cielo y de la tierra, 23que ni un hilo, ni la correa de un zapato, tomaré de lo que es tuyo, no sea que digas: “Yo he enriquecido a Abram”; 24a excepción de lo que han comido los muchachos, y la porción de esos varones que vinieron conmigo, Aner, Escol y Mamré. Estos tomarán su porción.”
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