Hosea 6
Falta de sinceridad en la conversión
1 ▼▼1 s. Comentando estas palabras dice San Agustín: “Esta es la voz del Señor: Heriré y curaré. Corta la podredumbre de nuestro crimen, cura el dolor de la herida. Los médicos obran así: hieren, cortan y curan; se arman para herir; llevan hierro y vienen para curar.” El pueblo se arrepiente y pide ser librado de la tribulación. Pero le falta constancia como a todos los que son fáciles en prometer. Véase lo que enseña el Evangelio en Mateo 21, 28 ss.; Juan 13, 37, etc. Dios no se contenta con ritos exteriores sino que reclama lealtad interior antes que observancia externa (sacrificios). Todo esto se sintetiza en el versículo 6. La Iglesia emplea los versículos 1-6 en la Liturgia del Viernes Santo.
«En su angustia me buscarán (diciendo): Venid, volvámonos a Yahvé, 2pues Él (nos) ha desgarrado, y Él nos sanará; Él ha herido, y nos vendará. 3 ▼▼3 s. Después de dos días: Véase la expresión parecida en Lucas 13, 32. Quiere decir: dentro de poco. Israel toma la ira de Dios como una cosa pasajera, semejante a los fenómenos de la naturaleza, y su bondad como una cosa fija, análoga a las lluvias de otoño y primavera (versículo 4) que son propias del clima palestinense. Algunos han visto en estos dos días, que para Dios serían como dos mil años (Salmo 89, 4; II Pedro 3, 8), un apoyo a la idea popular de que el siglo xx vería la conversión de Israel (Romanos 11, 25 s.), considerando que dos mil años vivió también Israel desde su padre Abrahán hasta Cristo, y otros dos mil pasaron desde Adán hasta la elección del pueblo hebreo. Se trata, sin embargo, de meras conjeturas. Al tercero nos resucitará: Alude a la resurrección espiritual del pueblo de Israel y a su restauración. La piedad cristiana ve en esta expresión un vaticinio de la resurrección de Jesucristo, “y nada impide que el Espíritu Santo, al inspirar al profeta Oseas esa fecha de los tres días, haya querido que ella se refiera accidentalmente al gran misterio de la Pascua cristiana” (Fillion).
Nos devolverá la vida después de dos días, y al tercero nos resucitará, y viviremos en su presencia. Conoceremos y-no desistiremos de conocer a Yahvé. Su venida es cierta como el alba; nos visitará como la lluvia, como la lluvia tardía que riega la tierra». 4¿Qué haré contigo, oh Efraím? ¿Qué haré contigo, oh Judá? Vuestra piedad es como la nube de la mañana, desaparece como el rocío de la madrugada. 5 ▼▼5. Los he tajado: La Vulgata dice: los he acepillado. Son expresiones gráficas que muestran que los profetas son instrumentos del poder de la palabra divina. Cf. metáforas semejantes en Isaías 11, 4; Jeremías 1, 11; 23, 29; Hebreos 4, 12, etc.
Por eso los he tajado por medio de los profetas, los he matado por las palabras de mi boca; y tus castigos vendrán como relámpago. 6 ▼▼6. Este versículo es la clave de toda la doctrina que el profeta quiere inculcar. Misericordia y conocimiento de Dios son el fundamento de la religión que los profetas oponen al ritualismo judaico. Cf. I Reyes 15, 22; Salmo 39, 7; 49, 8; 50, 18 s.; Sabiduría 9, 10 y nota; Isaías 1, 11; Jeremías 7, 21 ss.; Miqueas 6, 6-8. Recuérdese esta enseñanza, tan fundamental en la espiritualidad cristiana, que mereció ser citada dos veces por el mismo Jesús (cf. Mateo 9, 13 y 12, 7). Sobre esto dice un ilustre escritor: “Parece que algunos creyeran que los santos necesitaran ser forzosamente jorobados… ¡Cómo se castigan los hombres y cómo son castigados! ¡Tanta buena voluntad como hay en el mundo y en los claustros! Seguramente que habría muchos más santos si no hubiéramos gastado mucho nuestras energías en prácticas inútiles de la manifestación de nuestra piedad… Abandonémonos por medio de nuestro «Sí, Padre» totalmente a la dirección del Señor; que Él nos guiará de fuerza en fuerza hasta que aparezcamos delante de Él en Sión (Salmo 83, 8)” (Graef, Ita Pater).
Pues misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más bien que holocaustos. 7Mas ellos, como Adán han violado la alianza; allí me han sido infieles. 8 ▼▼8. Galaad, probablemente Ramot Galaad, situado al otro lado del Jordán. Formaba parte del reino de Israel. Cf. 5, 8 y nota.
Galaad es una ciudad de malhechores en que se ven huellas de sangre. 9 ▼▼9. Alude a los sacerdotes del reino de Israel, que al parecer asaltaban a los peregrinos del norte (Siquem) que iban a Jerusalén a adorar como mandaba la Ley. Cf. Jeremías 41, 1 ss.
Y como bandidos que acechan a los hombres, así una banda de sacerdotes asesina en el camino de Siquem; verdaderamente obran la maldad. 10Cosas horribles he visto en la casa de Israel; allí se prostituye Efraím, allí se contamina Israel. 11 ▼▼11. Una siega: el castigo. Véase Jeremías 51, 33; Joel 3, 13. También el reino de Judá ha de ser purificado por medio del cautiverio.
Para ti también, oh Judá, está preparada una siega cuando Yo haga volver a los cautivos de mi pueblo.
Copyright information for
SpaPlatense