Isaiah 34
V. LA SALVACIÓN DE ISRAEL
Castigo de los gentiles
1 ▼▼1. En un lenguaje apocalíptico pinta el profeta un cuadro del juicio de las naciones y de la venganza divina, tomando como ejemplo el pueblo de Edom (versículo 5 ss.). Véase Eclesiástico 48, 27 s. y nota.
Acercaos, naciones, para oír; pueblos, escuchad. Oiga la tierra y cuanto se contiene en ella, el orbe y cuanto en él tiene vida. 2Pues Yahvé está indignado contra todas las naciones, e irritado contra todo su ejército; las ha destinado al exterminio, las ha entregado al matadero. 3Sus muertos serán arrojados, sus cadáveres exhalarán hedor, y los montes se derretirán en su sangre. 4 ▼▼4. La milicia del cielo: los astros que caerán del cielo en el día del Señor (Mateo 24, 29 s.; Isaías 13, 10; Ezequiel 32, 7; Joel 2, 10; 3, 15; Marcos 13, 24; Lucas 21, 25). Se arrollarán: a la manera de un libro que, escrito en pergamino o papiro, se arrolla alrededor de un palo o cilindro. Véase lo que dice Jesús en Mateo 24, 29, San Pedro en II Pedro 3, 13 y San Juan en Apocalipsis 6, 12-14. Comentando este pasaje de Isaías dice San Cirilo de Jerusalén: “No nos entristezcamos como si solo hubiéramos de morir nosotros, porque también los astros morirán, y acaso resuciten también. El Señor derrumbará los cielos, no para echarlos a perder, sino para hacerlos de nuevo más hermosos” (Catequesis XV). Cf. 65, 17; 66, 22; Hechos de los Apóstoles 3, 21.
Se disolverá toda la milicia celestial; se arrollarán como un libro los cielos, y todo su ejército cae como la hoja de la vid, cual hoja de la higuera. Castigo de Edom
5 ▼▼5. Edom (Idumea), el país de los descendientes de Esaú, es tipo de los enemigos del pueblo de Dios, que desciende de Jacob (Lucas 1, 32; II Paralipómenos 28, 17; Salmos 136, 7; Amós 1, 11). Por eso se toma su castigo como figura del juicio final sobre las naciones. Véase 63, 1 ss. y nota. Se ha embriagado mi espada en el cielo, a causa del desorden descrito en los versículos antecedentes.
Se ha embriagado mi espada en el cielo; he aquí que va a caer sobre Edom, y sobre el pueblo de mi anatema, para juzgarlo. 6 ▼▼6. Bosra, ciudad de Idumea, situada al sudeste del Mar Muerto. Sigue la descripción de la caída de Edom.
La espada de Yahvé chorrea sangre, se ceba en grasa, en la sangre de corderos y machos cabríos, en el sebo de los riñones de los carneros. Pues Yahvé hace un sacrificio en Bosra, y una gran matanza en la tierra de Edom. 7 ▼▼7. El búfalo y el toro son figuras de los poderosos y prepotentes que en primer lugar merecen ser sometidos a la pena. Cf. Ezequiel 39, 18 s.; Apocalipsis 19, 13 ss. Estos textos nos dicen cuál será el derrumbe al fin de los tiempos cuando venga Cristo y sus enemigos sirvan de peana para sus pies. Cf. Salmos 109, 1 y nota.
Con ellos caerán los búfalos, los becerros juntamente con los toros; su tierra estará borracha de sangre, y su polvo será fertilizado con grasa. 8 ▼▼8. Se trata aquí de la venganza que Yahvé tomará de los enemigos de Israel (véase Joel 3). Nótese el contraste con Lucas 21, 22, donde Jesús anuncia la venganza de Dios contra Israel por la empedernida incredulidad de la Sinagoga (cf. Hechos de los Apóstoles 4, 1; I Tesalonicenses 2, 16). Esta venganza, que se cumplió con la destrucción de Jerusalén por los romanos el año 70, es figura de aquella otra, anunciada para los últimos tiempos. Véase Salmos 109 y notas.
Porque es día de desquite para Yahvé, año de venganza por la causa de Sión. 9Sus ríos se convertirán en pez, y su polvo en azufre, y su tierra será como pez ardiente, 10que no se apagará ni de noche ni de día y cuyo humo subirá eternamente. Quedará desolada de generación en generación, nadie transitará por ella por los siglos de los siglos. 11 ▼▼11. Echar la cuerda de medir, significa juzgar según la medida de la justicia. Véase Amós 7, 9. El caos: el hebreo dice tohu y bohu, como cuando habla del caos en Génesis 1, 2.
La poseerán el pelícano y el erizo; la lechuza y el cuervo morarán allí; pues Él echará sobre ella como cuerda de medir el caos, y como plomada el vacío. 12Allí ya no habrá noble alguno, ni reino a proclamar; todos sus príncipes ya no existen más. 13En sus palacios crecerán zarzas, en sus fortalezas, ortigas y cardos. Vendrá a ser guarida de chacales, y morada de avestruces. 14 ▼▼14. Sobre los sátiros véase 13, 21 y nota. Observa San Jerónimo que algunas veces la Sagrada Escritura hace alusión a las fábulas de los gentiles y mitologías paganas, como p. ej. aquí. Sobre la habitación de demonios en el desierto, véase Mateo 12, 43; Tobías 8, 3; Baruc 4, 35; Apocalipsis 18, 2. Lilit (Vulgata la lamia), un demonio femenino, tal como lo imaginaban los asirios. “Lilit, dicen los rabinos, fue la primera mujer de Adán. Lo abandonó y fue convertida en un demonio” (Vigouroux, Polyglotte).
(Allí) se darán cita los chacales y fieras del desierto, y el sátiro llamará a su compañero. Lilit tendrá allí su morada y hallará un lugar de reposo. 15La culebra hará allí su nido y pondrá sus huevos, los empollará y abrigará (la cría) bajo su sombra. Solo los buitres se congregarán allí, uno con otro. 16 ▼▼16. El libro de Yahvé: Es aquí, en primer lugar, la colección de las profecías de Isaías. Véase 30, 8. Hay en este versículo un notable llamado a la lectura de la Palabra de Dios (véase Nehemías 8, 1-12; Juan 5, 47) y especialmente de las profecías (Eclesiástico 39, 1 y nota). ¡Dichosos hoy nosotros, para quienes el Libro del Señor está ya completo y al alcance de todos!
Buscad en el Libro de Yahvé, y leed: ninguna de estas cosas dejará de suceder, ninguna echará de menos
(el cumplimiento de) la otra,
porque la boca (de Yahvé) lo ha mandado, y su Espíritu lo ha preparado. 17Es Él que les ha echado la suerte, su mano ha repartido entre ellos (el país) con la cuerda de medir; para siempre lo poseerán, y habitarán en él de generación en generación.
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