‏ Job 6

Respuesta de Job a Elifaz

1
1. Las palabras de Elifaz no han logrado calmar a Job, al contrario, lo dejan perturbado más que antes. “De ahí que reaccionara con acerbo vigor, sosteniendo tener razón en quejarse, afirmando su inocencia y vituperando a sus amigos por la falta de compasión. Esta es la idea principal de este discurso que expresa también una penosa sorpresa: en vez de consolarme habéis agravado mi dolor; habéis frustrado mi esperanza” (Fillion).
Respondió Job y dijo:

2“¡Oh! ¡Si pudiera pesarse mi aflicción,

ponerse en balanza toda mi calamidad!

3Pesarían más que la arena del mar.

Por eso mis palabras son sin moderación.

4Pues las saetas del Omnipotente

se han clavado en mí,

y mi espíritu bebe su veneno;

los terrores de Dios me combaten.

5
5 ss. Job quiere decir: si estuviese bien, no me quejaría. Nadie aborrece a su propia carne, dice San Pablo. Por donde vemos que el dolor no es virtud en sí mismo, como tal vez lo crean los faquires o los estoicos. Lo que da valor a la Pasión de Cristo es la amorosa obediencia con que sufrió. Véase Lucas 22, 42; Filipenses 2, 8-9.
¿Acaso el asno montés rebuzna teniendo hierba?

¿muge el buey si tiene su forraje?

6¿Acaso se puede comer un manjar insípido, sin sal,

o gustar el jugo de plantas sin sabor?

7Las cosas que mi alma rehúsa tocar,

son mi repugnante comida.

8¡Ojalá que se cumpliese mi petición!

y que Dios me diera lo que deseo:

9que quiera Dios acabar conmigo,

que soltara su mano

para cortarme (la vida).

10
10. El Santo: Dios. El consuelo de Job consiste en no haberse opuesto nunca a la voluntad divina. Véase 4, 5 y nota. La Vulgata traduce: Y seria este mi consuelo, que afligiéndome con dolor no me perdonaría, ni yo me opondría a las palabras del Santo.
Entonces me quedaría al menos este consuelo,

—y por eso brincaría de gozo aunque Él me aplasta—

que no he traspasado las palabras del Santo.

11
11 ss. Bellísima confesión, propia de la verdadera humildad e infancia espiritual (ver 7, 11-12). Todos los grandes amigos de Dios han tenido este espíritu, de una manera muy especial el santo rey David. Nótese el fuerte contraste con el audaz estoicismo que Dios confunde (Marcos 14, 29-30). Cf Salmo 68 y notas.
Pero ¿cuál es mi fuerza para esperar todavía,

y cuál mi fin, para tener aún paciencia?

12¿Es acaso mi fuerza la de las piedras;

o es de bronce mi carne?

13¿No estoy privado de toda ayuda?

¿No se ha apartado de mí todo auxilio?

14El abatido tiene derecho

a la compasión de su amigo,

a menos que este abandone el temor del Omnipotente.

15
15 ss. Llama a sus amigos hermanos y les aplica la impresionante figura del torrente que cuando se derrite la nieve pasa con gran brío, pero luego se seca y no riega el país en el verano, que es cuando hace falta. De la misma manera carecen de consuelo las palabras presuntuosas de los amigos.
Mis hermanos son falaces

como un arroyo seco,

pasan como las aguas torrenciales,

16turbias a causa del hielo

y de la nieve que en ellas se oculta;

17cuando viene el calor desaparecen;

a los (primeros) calores su cauce se seca;

18se pierden en el curso de su camino,

se evaporan y perecen.

19
19. Elifaz era oriundo de Temá o Temán (véase 2, 11 y nota). Sabá, región de Arabia.
Las caravanas de Temá van en su busca,

suspiran por ellas los mercaderes de Sabá;

20
20 s. Se refiere a las caravanas que esperan hallar agua en el torrente y quedan frustradas. Así los amigos le fallan en la hora del dolor.
más su esperanza será frustrada,

llegados a ellas quedan defraudados.

21Así sois ahora vosotros para mí;

os espantáis, viendo mis males.

22¿Acaso os he pedido: “Dadme algo;

dejadme participar de vuestros bienes.”

23O bien: “Libradme del enemigo,

salvadme del poder del opresor”?

24Enseñadme, y yo callaré;

explicadme en qué he errado.

25¡Qué fuerza tienen las palabras rectas!

pero ¿a qué viene vuestra censura?

26
26. El sentido es: ¿Queréis censurar las palabras escapadas en la desesperación, y las que lleva el viento? Cf. 7, 16 y nota.
¿Pensáis acaso en censurar palabras?

Las palabras de un desesperado ¿no son como viento?

27
27. Quiere decir: Os arrojáis sobre un huérfano, como los acreedores que se apoderan del hijo de su deudor.
¡Oh! vosotros tendéis (un lazo) sobre el huérfano,

y caváis (una fosa) a vuestro amigo.

28Ahora volveos, por favor, hacia mí,

porque (juro) ante vosotros

que no voy a mentiros en vuestra cara.

29¡Reparad, os ruego; no seáis injustos!

Reflexionad de nuevo,

y mi inocencia se hará manifiesta.

30¿Hay acaso en mi lengua iniquidad?

¿Puede mi paladar ya no distinguir la maldad?
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