Joel 3
El castigo de los gentiles
1 ▼▼1. (En la Nova Vulgata, aquí comienza el capítulo 4). En este capítulo vemos unida la salud de Israel al juicio de las naciones. “Es Dios, que, como juez justo, da a cada uno según sus obras, o mejor, da a las naciones la justicia, y la misericordia a su pueblo. Ni más ni menos es lo que aquí nos da el profeta, el cual contempla a su pueblo disperso entre las naciones y a los que moran en Judá vejados por los pueblos vecinos” (Nácar-Colunga). En aquellos días: en el período mesiánico. Véase Ezequiel 38, 17 ss. Cuando Yo repatriare a los cautivos: Crampón anota: “Otros vierten: Yo cumpliré la restauración, Esta expresión parece tener el sentido general de una entera restauración.” Cf. Jeremías 30, 3 y nota. “Cuando Yo haya traído de nuevo a Palestina a los habitantes de Judá y de Jerusalén que habían sido deportados a tierra extranjera. Designa el restablecimiento del reino teocrático, y por consiguiente, una época lejana” (Fillion).
Pues he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando Yo repatriare a los cautivos de Judá y de Jerusalén, 2 ▼▼2. Solo Joel menciona un valle de Josafat que, según opinión judía, sería el valle del Cedrón, situado entre Jerusalén y el Monte de los Olivos, y así lo estima San Jerónimo. Hoy día se encuentra allí el cementerio judío de Jerusalén, y gran parte del valle está sembrado de sepulcros. Siendo el significado del nombre “Dios juzga”, se trata más bien de un nombre simbólico. Es de notar que Joel aquí no habla del juicio universal (cf. Apocalipsis 20, 11 ss.), sino del castigo que Dios pronunciará contra los enemigos de Israel, su heredad. En favor de mi pueblo: He aquí el motivo por el cual Dios tratará con tanta severidad a las naciones gentiles: porque ellas no se han cansado de perseguir y atormentar a su pueblo elegido. Véase Sofonías 3, 8; II Macabeos 6, 14 ss.; Habacuc 3, 5; Zacarías 14, 3 ss. Cf. Romanos 11, 28; Deuteronomio 32, 34-46; Judit 16, 20; Isaías 41, 11; 49, 25; Jeremías 2, 3; Ezequiel 28, 26; 38, 17, etc. Algunos vinculan este juicio con el juicio de las naciones que anuncia Jesús en Mateo 25, 32.
congregaré a todos los gentiles y los haré bajar al valle de Josafat; y allí disputaré con ellos en favor de mi pueblo e Israel, la herencia mía, que ellos esparcieron entre las naciones, repartiéndose entre sí mi tierra. 3Echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron un muchacho por una prostituta; y vendieron una doncella por vino para beber. 4 ▼▼4. Tiro, Sidón, Filistea: representantes de las naciones gentiles que oprimieron a Israel en el transcurso de la historia. Cf. Ezequiel 25, 1 ss. y nota.
En fin ¿qué sois vosotros para Mí, oh Tiro y Sidón, y todas las regiones de Filistea? ¿Por ventura queréis vengaros de Mí? Si queréis vengaros de Mí, ligera y prontamente haré recaer vuestra maldad sobre vuestra cabeza. 5Porque tomasteis mi plata y mi oro, y os llevasteis a vuestros templos mis joyas preciosas, 6 ▼▼6. Este crimen corre por cuenta de los fenicios, que eran los intermediarios entre el oriente y Grecia. Véase Éxodo 27, 13.
y vendisteis los hijos de Judá y los de Jerusalén a los griegos, llevándolos lejos de su país. 7He aquí que Yo los suscitaré del lugar donde los vendisteis, y haré recaer vuestra maldad sobre vuestra cabeza. 8 ▼▼8. Los sabeos: pueblo de Arabia, conocido como intermediario comercial entre la India y la costa del Mediterráneo.
Venderé vuestros hijos y vuestras hijas en mano de los hijos de Judá, que los venderán a los sabeos, gente lejana; pues (así) ha hablado Yahvé. Ejecución del juicio
9 ▼▼9. El Señor desafía a los guerreros enemigos a que se apresten para el combate. No les aprovechará nada, porque no prevalecerán contra el Señor. Él mismo ejecutará la sentencia. Véase 2, 11 y nota; Sofonías 3, 13, etc.
Proclamad esto entre los gentiles; preparaos para la guerra, despertad a los valientes. Vengan y suban todos los hombres de guerra. 10 ▼▼10. Cf. Isaías 2, 4, donde se predice lo contrario para la era mesiánica. Véase Miqueas 4, 3.
Forjad espadas de vuestros azadones, y lanzas de vuestras hoces; diga el débil: “Yo soy fuerte.” 11Apresuraos y venid, gentes todas de en derredor, y congregaos; ¡y Tú, Yahvé, conduce allí tus campeones! 12¡Levántense y asciendan los gentiles al valle de Josafat! porque allí me sentaré para juzgar a todos los gentiles a la redonda. 13 ▼▼13. El Señor manda a sus siervos, los ángeles, que preparen la mies (el juicio) pues la malicia ha llegado al colmo. Véase Jeremías 51, 33; Oseas 6, 11 y nota. Jesús dice expresamente que la siega es la consumación del siglo (Mateo 13, 39). Así se presenta también en Apocalipsis 14, 14 ss.
Echad la hoz, porque la mies está ya madura, venid y pisad, porque lleno está el lagar; se desbordan las tinas; pues su iniquidad es grande. 14 ▼▼14. Valle de la Sedición: Vulgata: Valle de la matanza: Se refiere al valle de Josafat (v. 2 y 12).
Muchedumbres, muchedumbres hay en el valle de la Sedición, porque se acerca el día de Yahvé en el valle de la Sedición. 15 ▼▼15. Cf. 2, 31 y nota.
El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas pierden su resplandor. 16 ▼▼16. Cf. Oseas 5, 14; Amós 1, 2; 3, 4 y 8. Este rugido del león de la tribu de Judá, que es Jesús, el Cordero inmaculado, único capaz de abrir el libro sellado (Apocalipsis capítulo 5), ¿acaso no resonará hasta el fondo de nuestra alma para hacernos comprender la grandeza de aquel día?
Yahvé ruge desde Sión, y desde Jerusalén hace oír su voz; y tiemblan el cielo y la tierra. Mas Yahvé es el refugio de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. Gloria de Jerusalén
17Entonces conoceréis que Yo soy Yahvé, vuestro Dios, que habito en Sión, mi santo monte. Jerusalén será santa, y ya no pasarán por ella los extraños. 18 ▼▼18. “Estos últimos versículos del libro de Joel expresan, en un lenguaje muy hermoso, la felicidad que, después de todos los sufrimientos, gozará, regenerado, el pueblo de Dios. Es evidente, según el mismo texto, que este magnífico cuadro va más allá de la Jerusalén terrenal y que ha de buscarse su realización completa en la Iglesia de Cristo, más bien en la Jerusalén celestial” (Fillion). Sobre la fuente milagrosa que saldrá del Templo, véase Ezequiel 47, 1-12 y notas; cf. Isaías 43, 19; Zacarías 14, 8; Apocalipsis 22, 1-2. El valle de las acacias: Vulgata: el valle de las espinas.
En aquel día los montes destilarán mosto, y manarán leche los collados; todos los torrentes de Judá correrán llenos de agua, y de la Casa de Yahvé saldrá una fuente que regará el valle de las Acacias. 19Egipto será una desolación, y Edom un desierto abandonado, a causa de la opresión
(que infligieron) a los hijos de Judá;
pues derramaron sangre inocente en su tierra. 20 ▼▼20. Cf. 2, 27; Isaías 65, 17; 66, 22; Ezequiel 37, 26 ss.; Ageo 2, 7; II Pedro 3, 13; Apocalipsis 21, 1 ss. y notas.
Mas Judá quedará habitada por siempre, y Jerusalén de generación en generación. 21Y Yo vengaré la sangre de ellos, que no había sido vengada. Y Yahvé morará en Sión.
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