‏ Joshua 1

I. CONQUISTA DE CANAÁN

Orden de tomar posesión de Canaán

1
1. Josué, antes Oseas (Números 13, 9) es llamado en hebreo Jehoschúa (el Señor salva). Es idéntico con el nombre de Jesús, del cual Josué fue figura, como salvador y caudillo de su pueblo, al que introdujo en la tierra prometida. Cf. en Eclesiástico 46 el elogio de Josué, el cual fue grande “según el nombre que llevaba”.
Después de la muerte de Moisés, siervo de Yahvé, habló Yahvé a Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés, diciendo:
2“Moisés, mi siervo, ha muerto; levántate, pues, y pasa este Jordán, tú con todo este pueblo, al país que Yo doy a los hijos de Israel. 3
3. Cf. Deuteronomio 11, 24. Dios les da el país con tal que lo ocupen. Esta es la economía divina: el Señor del cielo y de la tierra nos alimenta y nos viste gratis (Mateo 6, 25-34), y nos ofrece el pan supersubstancial (Mateo 6, 11) para el alma, sin que demos nada equivalente de nuestra parte; lo único que exige es que echemos manos de los bienes con que su bondad nos viene colmando (cf. I Timoteo 6, 12).
Todos los lugares que pisare la planta de vuestros pies, a vosotros os los doy, como he prometido a Moisés.
4
4. El Mar Grande: el Mediterráneo. Con el nombre de tierra de los heteos se designa aquí el país de Canaán porque los heteos lo tenían ocupado en la época patriarcal. El mismo nombre se da a Canaán en los cuneiformes babilónicos.
Vuestros términos serán desde el desierto y este Líbano hasta el río grande, el río Éufrates, toda la tierra de los heteos, y hasta el Mar Grande, donde se pone el sol.
5
5. No te dejaré ni te abandonaré: Palabras citadas por San Pablo en Hebreos 13, 5; para inspirarnos confianza y alejarnos de la avaricia.
Nadie podrá resistir ante ti en todos los días de tu vida; como Yo fui con Moisés así seré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.

6Sé fuerte y valeroso, porque tú darás a este pueblo en herencia el país que Yo juré a sus padres que les daría. 7Sé, pues, valeroso y esfuérzate por observar y practicar la Ley que te prescribió mi siervo Moisés; no te apartes de ella, ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que tengas buen éxito en todos tus caminos. 8
8. “Parecerá tal vez cosa extraña que a un general de ejército como Josué, destinado para la conquista de unas regiones llenas de poderosos enemigos, le dé un expreso mandamiento de que se aplique día y noche a la meditación de la Ley de Dios, y de que la tenga continuamente en la boca. Pero no lo parecerá, siempre que consideremos que es la misma eterna Sabiduría la que nos asegura aquí, que el único manantial de donde deben sacar los príncipes la verdadera prudencia, es la Ley divina” (Scío).
No se aparte de tu boca este libro de la Ley; antes medita en él día y noche, para que observes y practiques todo lo que en él está escrito; porque entonces prosperarás en tu camino y tendrás buen éxito.
9¿No te lo mando Yo? Sé fuerte y valeroso; no temas ni te amedrentes, porque Yahvé, tu Dios, está contigo a dondequiera que vayas.”

Orden de partida

10Entonces dio Josué a los jefes del pueblo esta orden: 11Recorred el campamento y mandad al pueblo, diciendo: “Proveeos de víveres, porque dentro de tres días habéis de pasar este Jordán, para ir a ocupar el país que Yahvé, vuestro Dios, os da en posesión”.

12
12 ss. Las tribus de Rubén y Gad y la media tribu de Manasés, habían recibido sus herencias luego de la ocupación del país transjordánico con la condición de que ayudasen a sus hermanos en la conquista de la tierra cisjordánica (Canaán). Cf. Números 32, 17 ss.; Deuteronomio 3, 18 ss.
A los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés, habló Josué en estos términos:
13“Acordaos de lo que Moisés, siervo de Yahvé, os mandó diciendo: Yahvé, vuestro Dios, os ha concedido descanso dándoos este país. 14Vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados se quedarán en el país que Moisés os dio en esta parte del Jordán, pero vosotros, todos los hombres fuertes y valientes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos y los ayudaréis, 15hasta que Yahvé conceda descanso a vuestros hermanos, así como a vosotros, y posean también ellos el país que Yahvé, vuestro Dios, les ha de dar. Después volveréis al país de vuestra posesión y lo poseeréis; ese país que Moisés, siervo de Yahvé, os dio en esta parte del Jordán, al oriente.”

16Ellos respondieron a Josué, diciendo: “Todo cuanto nos mandares lo haremos; y a dondequiera que nos enviares, iremos. 17
17. Solamente que Yahvé esté contigo: No es una limitación de la obediencia que acaban de prometerle, sino más bien un deseo y una súplica: ¡Quiera Dios siempre estar contigo!
Así como en todo obedecimos a Moisés, del mismo modo te obedeceremos también a ti, solamente que Yahvé, tu Dios, esté contigo, como estuvo con Moisés.
18Quienquiera que rebelándose contra tus órdenes, no escuchare tus palabras en todo lo que le mandes, morirá. Mas tú, esfuérzate y ten ánimo.”
Copyright information for SpaPlatense