Leviticus 8
Consagración de Aarón y sus hijos
1 ▼▼1 ss. Este capítulo es uno de los más instructivos en lo referente a la tipología del Antiguo Testamento. Aunque el sacerdocio de Cristo es “según el orden de Melquisedec” (Salmo 109, 4), no hay duda de que también Aarón es tipo de Cristo bajo muchos aspectos, especialmente en cuanto a su consagración. El primer acto que Moisés hizo en la consagración de su hermano consistió en lavarlo (versículo 6), así como Cristo comenzó su misión con el acto del bautismo en el Jordán. Después recibió Aarón las vestiduras litúrgicas, el efod, el pectoral y la mitra, que significan las prerrogativas de su dignidad sacerdotal, a semejanza de los sacerdotes de Cristo. Luego fue ungido con óleo, lo cual tiene su antitipo en el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús después del bautismo. Todos estos actos precedieron al sacrificio, lo mismo que precedieron al de Cristo. Sobre la vestidura del Sumo Sacerdote véase Éxodo capítulos 28 y 30.
Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 2“Toma a Aarón, y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo de la unción, el becerro para el sacrificio por el pecado, los dos carneros, y el canasto de los ácimos; 3 ▼▼3. Reúne a toda la comunidad: porque se trataba de una cosa importantísima. “La consagración de los sacerdotes reviste gran solemnidad, a fin de recomendar al pueblo la santidad de Yahvé y la de aquellos que debían asistir en su presencia y acercarse a Él. El ministro de esta consagración es Moisés, que hasta el presente desempeñaba el oficio sacerdotal, al que renuncia una vez instituido el nuevo sacerdocio” (Nácar-Colunga).
y reúne a toda la comunidad a la entrada del Tabernáculo de la Reunión.” 4Moisés hizo como Yahvé le había mandado, y se reunió la comunidad a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. 5Y dijo Moisés a la asamblea: “Esto es lo que Yahvé ha ordenado que se haga.” 6Entonces mandó Moisés que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. 7Puso (sobre Aarón) la túnica, le ciñó con el cinturón y le vistió con el manto, poniéndole encima el efod, que le ciñó con el cinturón del efod para atárselo. 8 ▼▼8. Urim y Tummim. Véase la explicación en Éxodo 28, 30 y nota.
Luego le puso el pectoral, en el cual depositó los Urim y Tummim. 9 ▼▼9. La lámina de oro, en que estaba grabado: Santidad a Yahvé. Véase Éxodo 28, 36 y nota. En Sabiduría 18, 24 leemos que las vestiduras de Aarón tenían carácter simbólico y representaban el mundo entero. “Según esto, los colores, el número y el ornato de las vestiduras son imágenes del mundo terreno y celeste; el racional, con los nombres de las doce tribus grabados en otras tantas piedras preciosas, traía a la memoria los prodigios de Dios y las promesas que el Señor hiciera a los patriarcas, la tiara con la inscripción: «Santo del Señor», simbolizaba la condición privilegiada y las obligaciones del Sumo Sacerdote” (Schuster-Holzammer).
Colocó también la mitra sobre su cabeza y puso al frente de ella la lámina de oro, la diadema santa, como Yahvé había mandado a Moisés. 10Después tomó Moisés el óleo de la unción y ungió la Morada, con todas las cosas que había en ella, para consagrarlas. 11Con parte de él roció siete veces el altar y lo ungió con todos sus utensilios, como también la pila con su base, para consagrarlos. 12Y derramando parte del óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, lo ungió para consagrarlo. 13 ▼▼13. Acerca de las vestiduras de los simples sacerdotes véase Éxodo 28, 40.
Luego mandó Moisés que se acercaran los hijos de Aarón, a los cuales vistió con las túnicas, les ciñó el cinturón y les ató los turbantes, como Yahvé había mandado a Moisés. 14Después hizo traer el becerro para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro del sacrificio por el pecado. 15Moisés lo degolló; y tomando de la sangre la puso con su dedo sobre los cuernos del altar, todo en torno, para purificarlo del pecado. Después derramó la sangre al pie del altar; de esta manera lo consagró haciendo sobre él la expiación. 16Tomó luego todo el sebo que cubre las entrañas, la telilla del hígado y los dos riñones con su sebo; y lo quemó Moisés sobre el altar. 17Mas el becerro con su piel, su carne y sus excrementos, lo quemó fuera del campamento, como Yahvé había ordenado a Moisés. 18Después hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza Aarón y sus hijos pusieron las manos. 19Moisés lo degolló y roció con la sangre el altar por todos lados. 20El carnero fue descuartizado, y Moisés quemó la cabeza, los trozos y el sebo; 21y después de lavarlas en agua también las entrañas y las patas, de manera que Moisés quemó todo el carnero sobre el altar, como holocausto de olor grato, un sacrificio de combustión en honor de Yahvé, como Yahvé había mandado a Moisés. 22Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. 23 ▼▼23. El tocar la oreja, el pulgar y el pie de Aarón con sangre, significa que todo su cuerpo está consagrado a Dios, al que debe servir con cuerpo puro y sin mancha del pecado. Cf. Romanos 12, 1.
Moisés lo degolló, y tomando de su sangre la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho. 24Después hizo Moisés acercar a los hijos de Aarón, les untó con la sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho y derramó la sangre sobre el altar todo en derredor. 25Tomó luego el sebo, la cola, todo el sebo que cubre las entrañas, la telilla del hígado, los dos riñones con su sebo y la espaldilla derecha, 26sacó del canasto de los ácimos que estaba ante Yahvé, una torta de pan ácimo, una torta de pan de aceite y una galleta y las puso sobre el sebo y sobre la espaldilla derecha. 27 ▼▼27. Véase Éxodo 29, 24 y nota.
Entregó todo esto en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, haciéndolo mecer como ofrenda ante Yahvé. 28Recibiéndolo otra vez de manos de ellos Moisés lo quemó en el altar, encima del holocausto, como sacrificio de consagración, de olor grato, como sacrificio de combustión en honor de Yahvé. 29Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda ante Yahvé; era esta la porción del carnero de la consagración que tocaba a Moisés, como Yahvé había mandado a Moisés. 30 ▼▼30 s. Este rito significaba que con la virtud expiatoria de la sangre y la eficacia santificadora del óleo quedaban consagrados para el Señor. A la consagración sigue el banquete (versículo 31) que simboliza la íntima Unión con Dios, del cual eran ministros.
Después tomó Moisés del óleo de la unción y de la sangre que había encima del altar y roció a Aarón y sus vestiduras, y a la vez a sus hijos y las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y las vestiduras de sus hijos. 31Y dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: “Coced la carne a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. Comedla allí mismo como también el pan que está en el canasto de la consagración, respecto del cual yo he mandado diciendo: Aarón y sus hijos la comerán. 32Lo restante de la carne y del pan lo quemaréis en el fuego. 33Y no saldréis de la entrada del Tabernáculo de la Reunión por siete días, hasta el día en que se cumplan los días de vuestra consagración; porque siete días durará vuestra consagración. 34Como se ha hecho hoy, así ha mandado Yahvé que se haga (los siete días) a fin de expiaros. 35 ▼▼35. El mandato de Yahvé: Scio vierte según la Vulgata: las velas de Yahvé.
Durante siete días os quedaréis día y noche a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, guardando el mandato de Yahvé para que no muráis, porque así me fue ordenado.” 36Hicieron Aarón y sus hijos todo cuanto Yahvé había mandado a Moisés.
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