‏ Micah 3

La culpa de los príncipes

1
1. Jacob e Israel no significan aquí el reino del norte, sino el de Judá, como se ve en el versículo 12.
Dije yo: ¡Oíd, cabezas de Jacob,

y caudillos de la casa de Israel!

¿Acaso no os toca a vosotros

saber lo que es justo?

2
2 ss. Alusión a las injusticias con que los dirigentes del pueblo trastornan la Ley. Los términos son muy expresivos y muestran la atrocidad de los crímenes cometidos por avaricia, la que según San Pablo no es sino otra forma de idolatría (Efesios 5, 5).
Aborrecéis el bien y amáis el mal,

les arrancáis la piel y la carne

de encima de sus huesos.

3
3. Devorar la carne de alguno significa robarle los medios de subsistencia y reducirlo a la pobreza. Véase Salmo 13, 4; Isaías 3, 15.
Pues devoran la carne de mi pueblo,

le arrancan la piel y le rompen los huesos;

lo hacen pedazos como lo que está en la olla,

y como la carne en la caldera.

4
4. Véase 6, 6-7; Oseas 5, 6 y nota.
Entonces clamarán a Yahvé,

y Él no les responderá;

pues en aquel tiempo

ocultará de ellos su rostro

por las malas obras que hicieron.

Contra los falsos profetas

5
5. Para adormecer las conciencias prometen la paz en vez de predicar el arrepentimiento. Véase 2, 11 y nota; Isaías 5, 20; 57, 19 y nota. “En lugar de denunciar los crímenes de los grandes y del pueblo, les prometen un futuro próspero, para que los mantengan opíparamente, y amenazan con la venganza divina a los que son demasiado pobres o demasiado íntegros para darles dinero” (Crampón). Véase Zacarías 6, 6 y nota.
Esto dice Yahvé contra los profetas

que seducen a mi pueblo,

que muerden con los dientes

y claman: “¡Paz!”,

y declaran la guerra

al que no les llena la boca.

6Por eso tendréis noche en lugar de visión,

y tinieblas en vez de adivinación;

se pondrá el sol para esos profetas,

y se les oscurecerá el día.

7
7. No habrá respuesta de Dios. Véase Ezequiel 20, 3; 14, 1 ss. y nota.
Quedarán avergonzados los videntes

y confundidos los adivinos;

y se cubrirán la barba todos ellos,

porque no habrá respuesta de Dios.

8
8. En vivo contraste con esos “ciegos, guías de ciegos” (Mateo 15, 14), se levanta en este versículo la magnífica figura del santo profeta, que ve su misión no en agradar a los dirigentes sino en decir a Jacob sus prevaricaciones, o sea, en tocar las conciencias explicando la Palabra del Señor. En esto consistía, tanto su apostolado como su patriotismo.
Yo, en cambio, estoy lleno de poder,

lleno del Espíritu de Yahvé,

de juicio y de fortaleza,

para decir a Jacob sus prevaricaciones,

y a Israel sus pecados.

9Escuchad, pues, esto,

cabezas de la casa de Jacob

y caudillos de la casa de Israel;

los que abomináis la justicia

y pervertís todo lo que es recto;

10
10. Edificáis a Sión con sangre: Levantáis en Jerusalén edificios suntuosos con los bienes adquiridos por opresión e injusticia. Véase Jeremías 22, 13-17; Habacuc 2, 12.
que edificáis a Sión con sangre,

y a Jerusalén con injusticia.

11Sus jefes juzgan aceptando dádivas,

sus sacerdotes enseñan por salario,

sus profetas adivinan por dinero,

y se apoyan en Yahvé, diciendo:

“¿Acaso no está Yahvé entre nosotros?

¡Sobre nosotros no vendrá ningún mal!”

12
12. Jerusalén y el Templo serán destruidos. Profecía que se cumplió con la destrucción de la ciudad por Nabucodonosor (a. 587 a. C). A este pasaje se refiere Jeremías 26, 18. Arada como un campo: Esto se cumplió después de la destrucción de Jerusalén por los romanos (70 d. C). Cubierta de selva: Véase el cumplimiento en los tiempos de los Macabeos cuando crecieron árboles en los patios del Templo (I Macabeos 4, 38).
Por eso, por culpa vuestra,

Sión será arada como un campo;

Jerusalén será un montón de escombros,

y el monte del Templo una colina cubierta de selva.
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