Zephaniah 2
Exhortación a la penitencia
1Reflexionad sobre vosotros mismos, y arrepentíos, oh nación sin pudor, 2 ▼▼2. Antes que se ejecute el decreto: antes que se realice el divino decreto de castigaros, y se produzca como efecto aquel día de ira.
antes que se ejecute el decreto, y el día pase como tamo; antes que os sobrevenga la ira ardiente de Yahvé, y antes que caiga sobre vosotros el día de la ira de Yahvé. 3 ▼▼3. Es como si hablase Jesús. Cf. el Sermón de la Montaña (Mateo 5 ss.). Sofonías señala el único recurso para los que quieren evitar la ira del Señor.
Buscad a Yahvé, humildes todos de la tierra, los que obráis rectamente. Buscad la justicia, buscad la humildad, por si podéis poneros a cubierto en el día de la ira de Yahvé. Castigo de los filisteos
4 ▼▼4. Este vaticinio contiene amenazas contra las ciudades de los filisteos que oprimían a Judá desde los tiempos de los Jueces y ayudaban siempre a los enemigos del pueblo escogido.
Porque Gaza será abandonada y Ascalón asolada, Azoto expulsada en pleno día y Acarón desarraigada. 5 ▼▼5. La costa del mar: la costa del Mediterráneo El pueblo de los cereteos (Vulgata: el pueblo de perdición), es decir, cretenses; pues los filisteos vinieron de Creta o Caftor (Deuteronomio 2, 23; I Rey. 30, 14 ver notas). Cf. Ezequiel 25, 16.
¡Ay de los habitantes de la costa del mar, del pueblo de los cereteos! Contra ti se dirige la palabra de Yahvé, oh Canaán, país de los filisteos; te asolaré de modo que no quede morador. 6La costa del mar se convertirá en pastizales, en refugios para pastores y apriscos para ovejas. 7 ▼▼7. El resto de los judíos que volviere de la cautividad, ocupará el país de los filisteos (cf. Isaías 14, 28 ss.). Este vaticinio se cumplió en los tiempos de los Macabeos, en forma transitoria, y como figura los grandes anuncios que el profeta hace luego a los restos de Israel. Cf. 3, 13 ss.; Abdías 19.
Y pertenecerá la Costa a los restos de la casa de Judá; allí apacentarán (sus rebaños), y por la noche descansarán en las casas de Ascalón, pues Yahvé, su Dios, los visitará y los traerá del cautiverio. Castigo de Moab y Ammón
8 ▼▼8 ss. Los moabitas y ammonitas se engrandecieron a costa de los israelitas penetrando en los territorios de las tribus de Rubén, Gad y Manasés que habitaban en Transjordania. Véase Isaías capítulos 15 y 16; Jeremías 48, 25 ss.; Ezequiel 25, 3 ss.
He oído los insultos de Moab, y los ultrajes de los hijos de Ammón, que han afrentado a mi pueblo, y se han engrandecido a costa de su territorio. 9Por eso, ¡vivo Yo!, dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: Moab será como Sodoma, y los hijos de Ammón como Gomorra, campo de ortigas, mina de sal, desierto para siempre. El resto de mi pueblo los despojará, y las reliquias de mi nación los tomaran en posesión. 10Este será el pago de su orgullo; pues han insultado y tratado con insolencia al pueblo de Yahvé de los ejércitos. 11 ▼▼11. Análogas promesas mesiánicas se hallan en Miqueas 4, 1 ss.; Zacarías 14, 8 ss.; Mal. 1, 11. Cf. Isaías 2, 2 ss.
Terrible será Yahvé contra ellos, pues acabará con todos los dioses de la tierra; ante Él se postrarán, cada cual desde su lugar, todas las islas de las gentes. Castigo de Etiopía y Asiria
12 ▼▼12. Etiopía representaba en aquel tiempo también a Egipto. El vaticinio se cumplió bajo Cambises rey de los persas en el año 525. Cf. Ezequiel 30, 1 ss.
También vosotros, oh etíopes, seréis muertos por mi espada. 13 ▼▼13. Nínive: Así reza el texto hebreo y la versión griega de los Setenta. La Vulgata dice: la hermosa. Asiria estaba todavía en el apogeo de su poder, pero poco después fue destruida por los babilonios. Cf. Isaías capítulo 10 y la profecía de Nahúm, toda referente a la ruina final de la capital asiria, figura de los enemigos del pueblo de Dios.
Y extenderá Él su mano contra el Norte y destruirá a Asiria, haciendo de Nínive un yermo, un lugar árido como el desierto. 14 ▼▼14. Véase Isaías 13, 20-22; 34, 11.
Reposarán en medio de ella rebaños, y toda clase de animales; tanto el pelícano como el erizo se alojarán en sus capiteles; en los huecos se oirán voces que murmullan, y la desolación estará en los umbrales; pues ha sido arrancado el maderaje de cedro. 15 ▼▼15. Véase Isaías 23, 7; 32, 13; 47, 8 ss.; Jeremías 19, 8; Miqueas 6, 16.
¡Esta es la ciudad alegre que habitaba en seguridad, la que decía en su corazón: “¡Yo y nadie más que yo!” ¡Cómo se ha convertido en desierto, en guarida de fieras! Cuantos pasen junto a ella silbarán y agitarán la mano.
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